El asesino confeso de Oslo, Anders Behring Breivik, escribió en Twitter que un hombre con una creencia es más poderoso que 100.000 personas que sólo tienen intereses. Cómo alguien puede estar tan tarado como para justificar con una frase a priori con tanto sentido el asesinato a sangre fría de docenas de adolescentes indefensos es algo que se me escapa. El horror siempre está cerca, aunque no lo veamos, o no queramos verlo. En general, estoy en contra de la pena de muerte, pero en este caso haría una excepción: Breivik merece ser ejecutado.