Tercera visita augustina al Jamboree, y tercer subidón musical en los sótanos de la Plaza Reial. Anoche se trataba de ver y escuchar al trío de Jeff Ballard, fantástico batería y miembro fijo desde hace varios años de una de las formaciones de referencia del jazz mundial, el Brad Mehldau Trio. Le acompañaban, como no podía ser menos, dos músicos de alto nivel: Miguel Zenón, saxo alto nacido en Puerto Rico que se dio a conocer como acompañante de su paisano David Sánchez y ya acumula un currículum envidiable, y Lionel Loueke, guitarrista y cantante nacido en Benin que ha grabado o girado con estrellas como Herbie Hancock, Marcus Miller, Cassandra Wilson o Santana, entre muchos otros.
Con semejante plantel, la noche prometía calidad e intensidad, y las tuvo desde el primer tema, una potentísima versión de The hanging tree, tema de los muy interesantes Queens of the Stone Age. En hora y cuarto tocaron Blue in Green, canciones originales de Lionel Loueke de marcada influencia africana, e incluso un tema basado en el folklore iraní. Y todo lo tocaron muy bien, porque eso es lo que tienen los músicos de talento: oído para entender la buena música venga de donde venga, y estilo para interpretarla de acuerdo a su personalidad y estado de ánimo. Entre la excelencia de Ballard a los tambores, la confirmación de que Zenón es uno de los mejores saxos altos del mundo, y el sentido del ritmo y la sabiduría guitarrística de Loueke (sí, un trío sin bajo ni teclados, algo raro de ver), el concierto se me pasó volando y me dejó (otra vez) la sensación de que en pocos sitios se está mejor que en una sala de conciertos oyendo música de calidad.
Fragmento de una actuación del trío en el Jamboree en mayo de 2010 (me lo perdí, pero rectificar es de sabios, o eso dicen).