Fin de semana (lo que significa un día de recorte), menos escenarios, programa musical mediocre y demasiado centrado en lo local… este año, las fiestas de la Mercè son el perfecto reflejo de cómo están los ánimos en esta parte del planeta, así como de las miserias económicas e intelectuales de quienes nos gobiernan. Por mi parte, espero que este simulacro de fiesta grande pase pronto y lleguen (el mes que viene) los eventos interesantes, como el Festival de Jazz de Barcelona o el In Edit.