Por si la cosa no estuviera ya liada, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, ha sorprendido a propios y extraños anunciando la convocatoria de un referéndum en su país sobre la aceptación o no del rescate europeo (y sus consecuencias colaterales) acordado la semana pasada. Aunque se me escapa la risa al ver las caras que les han quedado a nuestros muy democráticos (quería decir despóticos) líderes ante la posibilidad de que las víctimas de sus políticas puedan opinar de forma vinculante respecto a ellas, la iniciativa de Papandreu me parece absurda, por cuanto buena parte de los recortes previstos ya están hechos, y aplicándose. Que además se haya tomado justo ahora, sin comunicarla previamente ni a los miembros del gobierno ni a los del muy dividido PASOK, y coincidiendo con el relevo de toda la cúpula militar del país, resulta como mínimo sospechoso. Y tal como está el patio, la pregunta más honesta que debería hacérsele a los griegos es: «¿Preferís lo horrible conocido, o lo peor por conocer?».
Buenas,
Personalmente, creo que la propuesta de Papandreu es el humillo del volcán que, irremediablemente entrará en erupción antes de lo que nosotros (Y Angela y Nicolás) desearíamos….
Unidos por la anarquía
No sé yo, las gentes que sólo se interesan por la política cuando el estómago les empieza a hacer gorgoritos votan a tipos muy raros cuando se ponen a ello. Está claro que vamos mal y que el golpe de timón ha de ser rápido y significativo, y que se ha de borrar de un plumazo este neodespotismo sin ilustrar actual, pero no se me ocurre minusvalorar la capacidad de mis semejantes para conseguir empeorar cualquier situación, por muy mala que ésta sea.