No sé si Merkel y Sarkozy han salvado el euro, lo han acabado de rematar, o si la suerte del proyecto europeo dependerá en última instancia de lo que digan las agencias de calificación crediticia, y de lo que haga China. Lo que sí sé es que las decisiones adoptadas en Bruselas traerán, a corto plazo, recesión económica y más desempleo. Como parte positiva, me quedo con la salida del mapa europeo de Gran Bretaña, que siempre ha sido un lastre a la hora de tomar decisiones y un satélite de EE.UU. más que una nación independiente y europea. Existen países cuya moneda es el euro y que funcionan bastante bien, así como otros que conservan su propia moneda y también lo hacen. Por el contrario, existen países que están en el euro y van a la deriva (qué les voy a contar), y otros que viven fuera de la moneda única y tampoco generan mucha envidia como, por ejemplo, Gran Bretaña.