Imagino a mi odiada Maricospi presa de un notable cabreo, por aquello de que las intrigas de su archirrival en palacio SSS han conseguido echar atrás el nombramiento de su muy trepa maridito como consejero de Red Eléctrica Española, cargo dotado con un modesto sueldo de 180.000€ anuales. Esta individua, famosa ella misma por sus muchos sueldos, por su codicia, y por decir que los españoles tendríamos que trabajar más horas (ganando menos, imagino), es uno de los mayores ejemplos del cinismo y la indignidad de nuestra clase política, una despreciable hipócrita que lo que tendría que hacer es estar callada y con las manos lejos de la caja. No hay cosa peor que oír a un cerdo dar lecciones de buenos modales mientras se revuelca en el fango, y últimamente estamos oyendo a demasiados, de ambos sexos. Por eso celebro, pese a reconocer lo pírrico de la victoria, que a la pérfida Maricospi le hayan jodido el fin de semana.