Los voceros oficiales del Partido Popular, sean dirigentes con mando en plaza o periodistas subvencionados, dicen que la culpa del fiasco de Bankia la tiene el Banco de España, o mejor dicho su cabeza visible, el pérfido socialista Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Cierto es que el órgano supervisor se ha lucido, pero la culpa, en lo principal, es de los pésimos gestores de la caja y de los politicastros que los pusieron en sus sillones. Todos ellos, casualmente, tienen algo que ver con el PP. Decir lo contrario es como culpar a la policía de que haya ladrones. Y, ya puestos, cuando se aplica ese mismo razonamiento a los atentados del 11-M, los mismos peperos que lo utilizan contra MAFO se cabrean bastante. Quizá es que su desfachatez es tan absoluta como su mayoría parlamentaria.