KNUT HAMSUN, Victoria. Nórdica, 133 páginas.
Hay escritores buenos, malos y regulares. Existen otros que están por encima de esas categorías, que nacieron con una capacidad especial para crear gran literatura. En algunas de las novelas del escritor noruego Knut Hamsun este rasgo es notorio, y no se necesita ser un lector preclaro para apreciarlo. Victoria, publicada orignalmente en 1898, es una de esas novelas, tan genial como breve.
El tema del libro puede resumirse en una frase que el viejo preceptor le dice al protagonista, Johannes, poeta e hijo de molinero: «¿Ha visto usted en esta vida que un hombre haya logrado a la mujer a la que quería? Yo no». Estas palabras explican la trama: Victoria, la hija del dueño de un castillo junto al que el padre de Johannes tiene su hogar y su molino, y el propio protagonista, se enamoran de esa forma que sólo sucede, como mucho, una vez en la vida. Sin embargo, las diferencias de clase y otras circunstancias adversas obstaculizarán seriamente una relación que para ellos será siempre su más valioso tesoro, a la vez que su gran fuente de desasosiego. A lo largo de la novela, los encuentros y desencuentros de la pareja se narran de una forma que resulta a la vez, sobria, profunda y conmovedora, emocionante desde la sensibilidad, nunca desde la cursilería, con un espíritu que entronca con una obra ya comentada con anterioridad en este blog, la película de David Lean Breve encuentro.
Muchas de las constantes de la obra de Hamsun están en Victoria: su estilo sobrio y rotundo, el amor por la naturaleza y la vida rural, el modo en que se narran el entusiasmo y la agonía del escritor en su labor creativa, el orgullo de clase y los esfuerzos de las gentes de origen humilde por romper sus cadenas de nacimiento, la sociedad como enemiga del individuo y obstáculo para su libertad… Otra gran novela de un autor condenado al ostracismo por el repugnante posicionamiento ideológico que adoptó en la última parte de su vida, pero cuya obra en ningún caso merece el olvido, sino toda la difusión y la admiración posibles. Knut Hamsun es uno de los mejores escritores que he leído jamás, y al menos dos de sus obras (Hambre y la que ahora comento) son joyas de la literatura. La persona murió hace ahora setenta años. La obra no lo hará nunca.
No puedo dejar de mencionar la excelente edición de Nórdica, que además presenta por primera vez esta novela traducida directamente del noruego, y por lo tanto se convierte en la versión canónica de esta obra en lengua castellana. Hay sensaciones que el libro electrónico nunca te podrá dar, y al leer esta edición de Victoria, he vuelto a comprobarlo.