NIGHT OF THE LIVING DEAD. 1968. 96´. B/N.
Dirección : George A. Romero; Guión: John A. Russo y George A. Romero; Director de fotografía: George A. Romero; Montaje: Brian Huckeba, John A. Russo y George A. Romero; Música: Emil Cadkin; Maquillaje: Karl Hardman; Producción: Karl Hardman y Russell W. Streiner, para Image Ten Productions (EE.UU.).
Intérpretes: Duane Jones (Ben); Judith O´Dea (Barbra); Karl Hardman (Harry); Marilyn Eastman (Helen); Keith Wayne (Tom); Judith Ridley (Judy); Kyra Schon (Karen Cooper); Charles Craig, S. William Hinzman, George Kosana, Frank Doak.
Sinopsis: Los muertos han vuelto a la vida y persiguen a los vivos para comérselos. Dos hermanos lo descubren en un cementerio; ella consigue refugiarse en una casa, pero los zombies acechan y la huida parece imposible.
Si bien existen películas de zombies realizadas en décadas anteriores, destacando Yo anduve con un zombie, de Jacques Tourneur, justo es reconocer que La noche de los muertos vivientes marca el inicio del enfoque moderno del género y significó un antes y un después. Rodada con un ínfimo presupuesto, bastante imaginación, y aún mayor morro, la película supuso el debut en la dirección de George A. Romero, quien aún hoy es el director de films de zombies por excelencia.
Ahora bien, una cosa es la importancia histórica de un film, y otra bien distinta su calidad intrínseca. Respecto al primer elemento, sólo hay que ver la influencia del film de debut de Romero en cantidad de películas, cómics, míticos videoclips o series de televisión sobre el tema de los muertos vivientes para darse cuenta de que la película marcó estilo y su huella aún perdura. Respecto al segundo, no obstante, a la película pueden ponérsele muchos peros, aún reconociendo la escasez de medios con que fue rodada. El arranque es muy bueno, intenso e inquietante. Sin embargo, a partir del momento en que Barbra se refugia en la casa y encuentra a Ben, la película decae enormemente y empiezan a vérsele las costuras. Todo parece alargado innecesariamente, sin duda con el objetivo de alcanzar la hora y media de metraje, en unas escenas cuyo esquema repite el de Río Bravo con bastante menos fortuna. Es cierto que aparecen nuevos personajes, y que se producen algunas situaciones que sin duda marcan lo que sucederá al final de la película, pero se acusa una notable falta de ritmo, que en los últimos veinte minutos (desde que los protagonistas intentan llegar a la camioneta para huir con ella del lugar, infestado de zombies) deja paso a la intensidad del principio. Por decirlo más claramente, la película engancha cuando hay muertos vivientes en la pantalla, y aburre cuando únicamente aparecen seres humanos no resucitados. Parte de la culpa es de los actores, que son, en el mejor de los casos, mediocres, cuando no realmente malos. Los diálogos, en general, son bastante tópicos y no aportan gran cosa, siendo las mejores escenas de la película aquéllas en las que los personajes sólo abren la boca, como mucho, para gritar.Eso sí, el final es muy bueno, con ese tono antiautoritario y esa mala leche que desprende.
Respecto a la parte técnica, decir que la película está rodada de un modo bastante pedestre, fruto de la improvisación, de la falta de medios y de que en sus autores hay más entusiasmo que conocimiento del medio. Las escenas de acción resultan a veces atropelladas, y en las otras en cambio falta brío. El blanco y negro se convierte en una virtud, pues inquieta y ayuda a no recrearse en lo escabroso, pero en general la factura técnica del film está lejos de la de otras obras importantes del género rodadas con lo justo, como La Matanza de Texas o Posesión infernal. Más allá de las apreturas económicas, escenas como la de la pelea entre Ben y Cooper están, simplemente, mal hechas.Lo bueno de la película es que, durante los primeros y los últimos veinte minutos de metraje, consigue que eso te dé lo mismo.
Romero, que siempre ha dirigido films de terror, nunca ha tenido tanto éxito como cuando ha abordado el subgénero zombie. Tan fiel a su primera obra como encasillado en ella. En definitiva, La noche de los muertos vivientes es una película importante en la historia del cine, de gran interés en la cabeza y la cola, escaso en el tronco, enorme influencia y muchas limitaciones.
Una De las mejores peliculas de terror de la historia, junto con evil dead, the exorcist o frankenstein (la de Boris Karloff), un clasico, demasiadas veces copiado sin piedad
Se deja usted «La semilla del diablo», «La matanza de Texas», «La profecía», «Carrie», «La novia de Frankenstein», «El resplandor» o «Halloween», por nombrar sólo algunas. La de Romero, repito, me parece muy buena al inicio y al final, y floja en la parte central. Lo que es innegable es que ha sido copiada miles de veces, incluso por su propio director. Sólo hace falta ver «The walking dead», sea en cómic o en TV, para comprobarlo.