Mientras el centro de la ciudad sufría la habitual invasión de guiris, y se aprestaba además a padecer una nueva y algo descafeinada celebración futbolística, algunos tuvimos ocasión de catar la excelencia en un sótano de la Plaça Reial. Lo hicimos de la mano de Chano Domínguez, el genial pianista venido desde Cádiz, y de la multiinstrumentista barcelonesa Marina Albero, reclutada hace unos años por Chano para su proyecto New Flamenco Sound. Ahora ambos se han embarcado en un proyecto a dúo, todavía sin plasmación discográfica, en el que Chano vuelca su inmensa sabiduría pianística y Marina demuestra su gran técnica al vibráfono y, haciendo gala de un conocimiento de los instrumentos medievales que le viene de casta, al salterio. El lugar, el de casi siempre, el Jamboree.
El referente más claro de los duetos entre piano y vibráfono son, claro está, las míticas grabaciones de dos grandes maestros como son Chick Corea y Gary Burton. Domínguez y Albero tenían, pues, el listón alto, pero desde la primera canción (Jacaranda, un viejo tema de Chano) demostraron al entusiasta público presente que lo suyo no anda muy lejos en cuanto a altura musical. Si hay un pianista que ha sabido llevar al jazz la gracia de su tierra natal, ése es Chano Domínguez, muy buen compositor y fantástico intérprete que no en vano es uno de los músicos españoles más (justamente) reconocidos en todo el mundo. Junto a él, Marina Albero (que toca el vibráfono con dos mazos en cada mano, como Burton) fue profeta en su tierra a base de improvisaciones lúcidas y mucha, mucha pasión puesta al lado de su indudable técnica. A esta mujer le sobra música, y con un compañero como Chano Domínguez, lo más fácil es que la cosa salga tan bien como lo hizo anoche. La compenetración entre ambos artistas (que interpretaron cada uno un tema en solitario, en el caso de Albero al salterio) fue mayor de lo que cabía esperar en un proyecto tan nuevo en el que alguno de los temas interpretados ni siquiera tiene título, y la respuesta del público tan entusiasta como adecuada a lo que se le ofrecía desde el escenario. Momentos destcables lo fueron casi todos, pero uno, por aquello de la fidelidad a los mitos, se queda con una versión de Blue in green de singular belleza. Gran triunfo, pues, de Chano Domínguez y Marina Albero. Es de desear que este proyecto tenga continuidad y, a poder ser, pronta plasmación discográfica. Por lo pronto, dejaron una música fantástica en una noche barcelonesa de mayo.
Intervención solista de Marina Albero al salterio en un concierto de New Flamenco Sound:
Chano, con la orquesta de Wynton Marsalis, Blas Córdoba al cante y Tomasito al baile: