La muy bochornosa noche del sábado nos trajo la visita al Jamboree de una gran vocalista, Carmen Lundy, cuya actuación fue uno de esos tesoros musicales que caen en Barcelona a cuentagotas. Acompañada por una banda de lujo, Lundy presentaba su último lanzamiento discográfico, Changes, que demuestra que, a punto de cumplir los 60 años, la cantante de Miami se mantiene en forma.
Carmen Lundy no es una vocalista de jazz al uso. Reputada compositora, su trabajo como artista visual es también reconocido. Anoche, su voz cálida y poderosa sirvió para presentar un repertorio compuesto exclusivamente por composiciones propias, la primera de las cuales, Dance the dance, ya nos dejó claro a los presentes que estábamos disfrutando de un placer raro: ver a una gran banda en un espacio pequeño. Simpática y muy expresiva, Carmen Lundy siguió desgranando las canciones de su último disco mientras uno, además de disfrutar de su poderío vocal, se deleitaba con los increíbles solos de Anthony Wonsey (quien por algo está considerado uno de los más brillantes pianistas de la actualidad), con la tremenda energía del batería Ralph Peterson y con la precisión y saber hacer del contrabajista Darryl Hall. El trabajo de estos músicos en canciones como Walking code blue o la muy adecuada The night is young dio aún más lustre a la variedad de registros vocales de la cantante, poseedora además de una dicción perfecta. A ratos tierna, a ratos contundente, la banda sonó siempre a un nivel que, según pude comprobar, dejó asombrado a más de un jazzista local que acudió a ver el concierto. No era para menos, las grandes cantantes son tesoros muy caros de ver por estos lares. Hablando de eso, hoy la banda vuelve a actuar en el mismo escenario, así que si alguien capaz de apreciar la buena música puede ir, que no lo dude ni un segundo.
Extracto de un pedazo de DVD en directo titulado Live at the Madrid:
Sí, la noche es joven…