Hace unos días salió a la luz el que ya se conoce como el Canon del pop español, en forma de estudio realizado por la Revista Española de Investigaciones Sociológicas. De él se ha extraído la lista de los cincuenta grupos y solistas preferidos de los críticos patrios. Ya se sabe lo que pasa con las listas, son un espacio ideal para polemizar, y servidor no va a privarse de dar su parecer. Subrayo que no soy ningún especialista en pop/rock español: mis gustos y preferencias casi siempre han ido hacia lo anglosajón y hacia otros estilos musicales, y opino que en la música popular española hay mucha más paja que grano, pero allá voy. El gremio de la crítica acostumbra a convertir su catálogo de filias y fobias en un manual de instrucciones para borregos, y es bonito ver qué se esconde tras la máscara de los expertos.
Se supone que la cosa va de elegir a los mejores; no a los más populares o influyentes, sino a lo más florido y granado de la cosecha musical patria del último medio siglo. Pues bien, el cúmulo de omisiones, caprichos elevados al cubo e incongruencias diversas da para mucho. Vamos allá, pues:
La lista la encabeza Radio Futura: servidor, que piensa que Santiago Auserón es una de las mejores cosas que le han ocurrido (y le ocurren) a la música popular española, prefiere no entrar en si éste es una decimilla mejor que aquel otro. Sí diré que Radio Futura merece un lugar de honor en cualquier lista de este tipo. Y que, por eso mismo, choca que la carrera en solitario del líder del grupo ni siquiera tenga espacio en la lista.
A los creadores de Han caído los dos les sigue Serrat, y empiezan los problemas: ¿Serrat, pop/rock? Bueeeeeno… aceptamos pulpo como animal de compañía, pero entonces… ¿qué hace el mejor compositor de canciones que ha dado este país, de nombre Joaquín y de apellido Sabina, en el puesto 25? Misterios de la ciencia. Pero sigamos, sigamos…
En tercer lugar tenemos a Camarón de la Isla, por su disco La leyenda del tiempo. Allá por el vigésimo, a Enrique Morente y Lagartija Nick por Omega. Con toda seguridad, dos de los mejores discos hechos en España, y parte del extranjero, de todos los tiempos, pero poco representativos de la inmensa trayectoria de esta pareja de excepcionales cantaores. Camarón y Morente hubieran sido, sin duda, los dos mejores cantantes de rock español. Pero lo suyo era otra cosa. Por lo mismo, deberían estar Lole y Manuel. Mucho más justificada está la presencia en la lista, y en lugar destacado, de Veneno y Pata Negra, formaciones en las que el elemento rockero tuvo siempre una fuerte presencia. Que aparezca en lugar importante Kiko Veneno me parece justo; que uno no encuentre a Raimundo Amador, lamentable. Por cierto, por lo que significaron para la fusión del flamenco y el rock, en la lista me faltan Smash. Sin ellos, poco se entiende la importancia de esa gran, y aquí debidamente reconocida, banda llamada Triana. Dicho lo cual, ¿qué pinta Paco de Lucía allá por la mitad del Canon? El lugar del maestro de Algeciras es el Olimpo de la música, no las profundidades de un estilo, sin duda más mayoritario que el suyo, pero que no le pertenece.
Examinado el capítulo del flamenco-rock, vayamos al gran olvido de la lista: ¿qué hay del rock duro y del heavy metal? O, por ponerle nombre a la cosa: ¿por qué no aparece la banda de rock española más importante durante buena parte de los 80, que no es otra que Barón Rojo? ¿Nadie ha visto que, debajo de su barniz de irreverencia e incorrección, detrás de Siniestro Total se esconden una lucidez poco frecuente en la música española y una trayectoria de lo más coherente? ¿Por qué hay que bucear en las catacumbas de la lista para encontrar a Leño -de su líder, Rosendo, no hay ni rastro-, o a Extremoduro? ¿Y Barricada? ¿Y Los Suaves? ¿Ilegales? Parece que es más fácil pillar a un snob que a un cojo…
Capítulo aparte merecen los cuatro hombres de negro: Loquillo es, para mí, el cantante de rock más carismático de este país, y su voz nunca ha dejado de decirme cosas que necesitaba escuchar. A los altares, pues. Gabinete Caligari es, para mí, la otra gran banda pop/rock española de los 80 junto a Radio Futura y Trogloditas. Jaime Urrutia es un gran escritor de canciones, y sólo por La sangre de tu tristeza y Sólo se vive una vez ya ocupa un sitio destacado en mi santoral particular. Lo de Andrés Calamaro me toca algo más la moral, no porque no merezca un lugar destacable, sino porque no lo ocupe por el que sin duda es su mejor disco, Alta suciedad. Y la diferencia entre su puesto como solista, y el que se le concede a la banda que le hizo popular, Los Rodríguez, me parece injustificada. En cuanto a Enrique Bunbury, creo que los puntos altos de su muy irregular carrera en solitario merecen mención. Encontrar a Héroes del Silencio en el puesto 39 de la lista me parece de una ignorancia sangrante. Al menos, con Burning sí ha habido justicia…
Tampoco el indie hispano sale muy bien parado del envite: Los Planetas son la mejor banda surgida en España desde el final de la Movida. Merecían más. Astrud o Señor Chinarro… ¿dónde están? Se admiten otros nombres, mi memoria está fatal…
Me gusta la presencia de tres catalanes muy heterodoxos: Pla, Sisa y Riba, maestros en romper la monotonía de un panorama musical planísimo entre el Ebro y los Pirineos. También la de Lone Star, banda muy reivindicable. Lo de Vainica Doble mola, pero… ¿qué hay de Cecilia?
Otros nombres que podrían estar: Aviador Dro (choca su ausencia en una lista acaparada por la Movida: ¿tan por debajo están de los sobrevalorados Pegamoides- Dinarama es otro tema: lo mejor de Alaska está casi todo ahí-, Nacha Pop o Golpes Bajos?), Manolo Tena, Presuntos Implicados (ñoñísimos, pero buenos: la gente que sabe cantar también merece ser puesta en valor), Los Chichos, Las Grecas (la rumba ni nombrarla, ¿eh?), Gato Pérez… Estos últimos no son pop/rock, cierto. La mitad de los que salen en la lista, creo que tampoco.
De los sesenteros: me faltan, claramente, Los Sirex. Y ya que estamos: ¿qué hacen Los Brincos en el 6 y Los Bravos en el 38? A Alejandro Sanz y El Último de la Fila no diré en qué lista les metía yo. O sí: en la de solistas o bandas más sobrevalorados de la historia, justo al ladito de Mecano. Un último detalle: Miguel Ríos no es santo de mi devoción, pero su puesto en la historia del pop/rock español se encuentra bastante por encima del 32 que ocupa.
Concluyendo: que lo de las listas es una gilipollez lo sabemos todos, pero cómo nos molan…