Lo dijo André Maurois, y con esta frase dio una de las claves sobre el que tal vez sea el daño colateral más frecuente de la sabiduría:
«EL VERDADERO MAL NO ES EL DEBILITAMIENTO DEL CUERPO, SINO LA INDIFERENCIA DEL ALMA».
Lo dijo André Maurois, y con esta frase dio una de las claves sobre el que tal vez sea el daño colateral más frecuente de la sabiduría:
«EL VERDADERO MAL NO ES EL DEBILITAMIENTO DEL CUERPO, SINO LA INDIFERENCIA DEL ALMA».