No me he referido hasta ahora a la única noticia esperanzadora que ha dado el panorama político patrio desde hace mucho tiempo, que no es otra que la impactante aparición de Podemos, la plataforma encabezada por Pablo Iglesias. Como veo que existen enormes intereses para matar esa semilla antes de que germine, hay que tomarse la cuestión con prudencia, que en política las prisas y la irreflexión son malas consejeras. No obstante, veo en Podemos la capacidad para convertirse en la fuerza aglutinadora del descontento popular, en el guía que marque el camino de la regeneración de la vida política española. Para ello, deberá hacer frente, en primer lugar, a los enemigos internos: Podemos debe huir como de la peste de quienes quieren que se sitúe, dentro del arco político, a la izquierda de Izquierda Unida. Lo digo porque eso es lo que quieren sus enemigos externos, que son muy poderosos. Una fuerza verdaderamente transformadora será transversal, o no será. Más allá de los tópicos, y un pelín desfasados, discursos de izquierdas y derechas, hay que afrontar la realidad: existen unas élites corruptas, que han originado la crisis y se han enriquecido con ella, y una clase política servil, apoyada por los más influyentes imperios mediáticos, que está donde está gracias a esas élites y lleva tiempo buscando la impunidad de quienes han hundido el país (la famosa abdicación tiene algo que ver en ello, creo). Luego estamos los jodidos, de izquierdas, derechas o centro, que sólo tenemos una fuerza: la del número. Somos muchos más. La irrupción de Podemos da miedo a quienes controlan el tinglado (de ahí los furibundos -y nauseabundos- ataques que viene recibiendo desde la misma noche electoral europea, y esto es el aperitivo de los que vendrán), y sólo por eso es muy positiva. Seamos serios: los que ocupan los despachos quieren que todo siga como está, y harán lo que sea necesario para conseguirlo. Ojalá Podemos sea la voz que aglutine a quienes hasta ahora no la hemos tenido. Y ojalá la ciudad de Barcelona sea, en las próximas elecciones municipales, pionera de los nuevos tiempos que han de llegar… antes de que los viejos se nos lleven por delante.