LES PAUL: CHASING SOUND! 2007. 91´. Color.
Dirección: John Paulson; Guión: James Arntz; Dirección de fotografía: John Paulson y Erich Roland; Montaje: John Paulson; Música: Les Paul. Incluye canciones interpretadas por Bing Crosby, Django Reinhardt, Duke Ellington, etc.; Dirección artística: Ricardo Andrade; Producción: John Paulson y James Arntz, para Paulson Productions-Icon Television Music-Thirteen-WNET (EE. UU).
Intérpretes: Les Paul, Mary Ford, Jeff Beck, Tommy Emmanuel, B.B.King, Tony Bennett, Richard Carpenter, Kay Starr, Bonnie Raitt, Will Eastman, Ahmet Ertegun, Paul McCartney, Steve Miller, Merle Haggard, Russ Paul, Phil Ramone, Keith Richards, Patrick Foley, Eddie Van Halen.
Sinopsis: Documental que repasa la trayectoria musical de la leyenda de la guitarra Les Paul.
Un servidor, que adora a los grandes guitarristas, sabe que, si de electricidad se trata, el principio de todo fue Les Paul. Este documental celebra la contribución al arte de un hombre que unió talento instrumental y gran inventiva, y que a los noventa años aún exhibía una jovialidad envidiable, celebrando conciertos cada lunes por la noche en el Iridium, un club de jazz neoyorquino.
La historia empieza en Wakesha (Wisconsin), pequeña ciudad del Medio Oeste que vio nacer a un niño que tuvo la suerte de tener una madre excepcional y un talento innato para la música. Siendo apenas un adolescente ya tocaba en importantes grupos de country. Años más tarde, descubrió el jazz, llegando a tocar con ídolos del género como Art Tatum, Lester Young o Coleman Hawkins. Además, Paul no dejaba de buscar nuevos sonidos y de inventar artilugios que dieran a su música la sonoridad deseada. Todo esta curiosidad dio dos frutos que están en la misma base de la música moderna: la guitarra eléctrica de cuerpo macizo y la grabadora multipistas. Poco de lo que ha venido después puede explicarse sin estos dos inventos.
La película se centra casi en exclusiva en la vertiente musical de Les Paul, y pasa de puntillas sobre la vida personal del artista, salvo en lo referente a Mary Ford, su segunda esposa, junto a la cual formó durante más de una década una exitosa pareja artística. Son numerosas las imágenes de época, todas de un gran valor histórico, que se mezclan con una de esas actuaciones de un Les Paul ya nonagenario en el Iridium. En los años cincuenta, Paul y Ford coleccionaban hit-singles, hasta que llegó el rock & roll (en parte posible por las innovaciones desarrolladas por el Mago de Wakesha) y arrasó con todo. Tras años de olvido, llegaron los premios, los homenajes y los reconocimientos a un hombre que lo fue casi todo en la música americana. Resulta emocionante escuchar a personas del talento de Jeff Beck, Keith Richards, Eddie Van Halen, Tommy Emmanuel o B.B.King, que tanto significan en el mundo de la música, alabar al hombre sin el cual mucho de lo que ellos hicieron no hubiera sido posible. Otras leyendas de la guitarra que no aparecen en la película, como Allan Holdsworth o Pat Metheny, homenajean a Paul de otra manera: inventando nuevos sonidos, diseñando instrumentos que les permitan dar forma a la música que tienen en mente. Como los maestros tampoco salen de la nada, es también conmovedor oír a Les Paul hablar de Django Reinhardt, para muchos el mejor guitarrista de todos los tiempos, o de Bing Crosby, con quien compartió años de éxitos.
Les Paul fue un hombre que vivió por y para la música, un talento cuyo legado es inmenso. Tanto es así, que después de un grave accidente de coche que a punto estuvo de hacerle perder el brazo izquierdo, los médicos le dijeron que casi no podría volver a mover el codo y él pidió que se lo colocaran junto al ombligo para poder seguir tocando. Continuó haciéndolo casi hasta el día de su muerte, y otros muchos siguen hoy su estela gracias a sus creaciones. Les Paul: Chasing sound! es una película imprescindible para todos los aficionados a la música, que es una de las tres o cuatro cosas verdaderamente importantes en la vida.