Excursión intersemanal al Jamboree para ver al trío de un pianista de gran calidad, al que conozco desde mis primeras escuchas radiofónicas del Cifu, pero al que tenía algo perdido en los últimos años: Cyrus Chestnut. El músico de Baltimore se presentaba en Barcelona acompañado de dos figuras muy conocidas por los aficionados: el contrabajista Mads Vinding y el batería Johnathan Blake. Así que, después de dedicar las primeras diez horas de mi día a llenar la hucha, el resto fueron para disfrutarla: cervezas top y ricas tapas en Biercab, y concierto en el Jamboree.
La sala presentaba una muy buena entrada, como era de esperar dado el nivel de la actuación. Chestnut, que presentaba su nuevo álbum, Midnight melodies, es un pianista de largo recorrido, que recupera la sonoridad y la exhuberancia de grandes del género como Oscar Peterson. Acompañado por uno de los músicos importantes del jazz europeo y por uno de los jóvenes baterías de más nivel, el líder desplegó todo su talento, que es mucho, en un repertorio variado en cuanto a ritmo y compuesto en su mayor parte por standards, algunos tan llamativos como Body and soul. Si el concierto en sí mismo fue de categoría (apunto canción a recordar: To be determined), el fin de fiesta lo superó: Blame it on my youth, Everyday I have the blues (ambas con vocalista invitada), y una fantástica versión de Caravan pusieron fin a una gran noche de jazz en la Plaça Reial. No pude hacerlo ayer, por aquello de las prisas que provocan los horarios del metro en días laborables, pero Midnight melodies ha ganado, como mínimo, un convencido comprador.
En 2008, y a piano solo:
Caravan, a dúo: