Pues sí, a veces me gusta citar a los clásicos, como Raffaella Carrá. Seré breve: me encantan las fiestas que se mantienen como días laborables para que las muchedumbres no huyan escopeteadas de la ciudad (como hacen siempre que pueden) y se joda el negocio.
Totalmente de acuerdo, don Alfredo. La primavera es muy peligrosa ya que la gente busca la libertad, y las flores las puede coger uno en el campo (no hace falta que sean rosas rojas, azules, violetas, negras…..) y el libro, si puede ser usado, mejor….
En mi opinión, no pocos de los libros que se regalaron en el curioso día de ayer denotan un odio mal disimulado hacia el ser objeto del presente, o un notorio mal gusto. Y discúlpeme el romanticismo, pero me da que lo que verdaderamente busca la mayoría de la tribu en primavera es follar, o que le follen. La libertad le queda grande a más individuos de los que sería deseable. Y, en verdad, casi nadie la quiere.