He leído que en los Estados Unidos un hombre ha resultado herido grave después de hacerse un selfie junto a una serpiente de cascabel. Dada mi animadversión hacia quienes no conocen otro pasatiempo que fotografiarse en todas partes, no oculto cierta simpatía por el ofidio. No obstante, por estos lares existe gente a la que le gusta el riesgo tanto o más que al incauto selfista de las Américas: incluso llegan a compartir lista electoral con Convergència.