Siguiendo en la línea de tocar palos musicales diversos, anoche me fui hasta L´Hospitalet de Llobregat para ver el que, en mi opinión, era el concierto estrella de la presente edición del Let´s Festival: Toundra, el grupo español de post-rock más popular a nivel nacional e internacional, presentaba su cuarto álbum en la sala 1 de Salamandra.
Hubo lleno, lo que demuestra que Toundra ha alcanzado unos niveles de popularidad muy por encima de los estándares en el rock instrumental patrio, lo que es sin duda una noticia a celebrar. Ya la sala presentaba un magnífico aspecto cuando apareció en escena la banda que abrió el espectáculo, Böira, formación nacida en 2012 en la que la influencia de los mismos Toundra está muy marcada y que el año pasado publicó su primer álbum, Si de la runa naixés. Más allá de los nervios propios de una actuación muy importante para la banda, Böira sonaron bien, ofrecieron tres cuartos de hora de mucha energía, en la que la presencia de teclados contribuía a otorgar otros matices a su contundente propuesta. Buen grupo. El tema Allau, por poner un ejemplo, merece destacarse. Y, en general, la banda salió airosa del concierto.
Volcano:
Toundra es un grupo que está rompiendo muchos tópicos en el rock español. Sólo por eso, su trayectoria, que dio sus primeros pasos allá por el año 2007, merece seguirse muy de cerca. Y así lo hace un público muy heterogéneo, en edades y en estética, como el que se dio cita anoche en Salamandra. La banda madrileña es un buen ejemplo de que popularidad y concesiones no han de ser siempre sinónimos. En su ruidismo hay lógica, saben matizarlo con aportes provenientes de otras músicas, y tienen algo que no se vende en los grandes almacenes y es imprescindible en el rock & roll, por muy post que sea: actitud. Su música posee rabia y atmósfera, y su carrera no deja de progresar. Anoche, interpretaron una sola canción de su segundo álbum (Zanzibar), pero aún así, van sobrados de repertorio, como lo prueban piezas como Cielo negro o Ara Caeli, muy bien recibidas por un público entregado a una propuesta que hace mover el cuello y aguzar los oídos. Son muy buenos en disco, pero el directo de Toundra aporta un extra de energía (personalizada en Macón, su más reciente fichaje) que no dudo va a llevarles aún más alto en el futuro. El concierto de anoche me demostró que el rock español lo tiene.
Un videoclip:
Bizancio, en el BAM de 2010: