Escribo mucho sobre política, aunque no directamente desde hace un tiempo, por una cuestión de higiene mental. No obstante, haré una excepción para celebrar el pacto electoral alcanzado por Podemos e Izquierda Unida, imprescindible para liderar una alternativa progresista al Partido Popular, visto que otros se dicen de izquierdas pero prefieren pactar con Ciudadanos. Izquierda Unida gana visibilidad, y Podemos incluye en la candidatura que encabeza al mejor líder político de España, Alberto Garzón, y apuesta por sumar algunos centenares de miles de votos que hace unos meses no se tradujeron en escaños. El pacto es bueno, aunque sólo sea por la caquita que se están haciendo más de cuatro indeseables desde que se firmó. Ahora, a seguir sumando. Porque otra forma de batir al PP, dudo que la haya.
Buenas, don Alfredo,
Tiempo ha que no hemos…
Estos pactos tienen algo de poesía polisentimental que diría mi adorada y nunca suficientemente ensalzada Olvido.
Saludada quede vuesa señoría.
Saludado quede usted también. Bienvenida sea la poesía en un país que desde hace tiempo apesta a neumático quemado, aunque hoy eso se note más que otros días. Conste que soy el primero que cree que, en cuestiones como la política exterior y de seguridad, los rojo-morados tienen una visión del tinglado excesivamente naïf, pero, como diría mi adorado y nunca suficientemente ensalzado Roger Hodgson, tengo que creer en algo.