Tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, los más despiertos de la tribu tuvieron claro que los resultados nos llevarían a una segunda vuelta, que va a celebrarse el 26 de junio. En ella, es previsible que las variaciones sean mínimas, porque en este 2016 han sucedido pocas cosas que justifiquen un cambio de opción de quienes votamos hace seis meses. Puede que el fallido pacto PSOE-Ciudadanos contribuya a frenar la previsible caída en votos y escaños del Partido Popular, que de todas formas tiene todos los números para seguir siendo la fuerza más votada pero, sin duda, la modificación más significativa en el mapa político español la va a producir la coalición entre Podemos e Izquierda Unida, a través de la cual muchos votos que hace seis meses fueron estériles pueden traducirse en escaños que, muy probablemente, les lleven a superar al PSOE, que se verá obligado a escoger entre hacer presidente a Mariano Rajoy (como quieren los que mandan de verdad, y desde luego el grupo PRISA) o a Pablo Iglesias. Particularmente, creo que los socialistas esa elección ya la han hecho, aunque no lo digan. ¿Qué creo que va a ocurrir? Que a Rajoy le van a hacer un Artur Mas; que el próximo presidente de España pertenecerá al PP, contará con el apoyo, por acción u omisión consciente, de C´s y PSOE, pero no se llamará Mariano.
Buena predicción. Yo también lo creo. Como decia Siniestro Total, todos los ahorcados mueren empalmados. Y así va a quedar Pedro Sánchez y el enigmático hechizo que le ha incado la señorita Pepis de Andalucía.
Creo que lo de que el PSOE no pacte con Podemos viene de gente que está mucho más arriba (en el partido y en el país, y esto va con segundas)que Susana Díaz, que debería preocuparse más de lo que tiene en Andalucía y menos de trepar. No creo que haya unas terceras elecciones, sino una gran coalición, más o menos maquillada, incluso si Unidos Podemos y PSOE sumaran mayoría absoluta en escaños y los rojimorados quedaran segundos, que ya es venirse muy arriba. También creo que, justo después de las elecciones, a Sánchez le van a cantar, no una de Siniestro, sino una de Los Amaya: Vete.