La programación del Mas i Mas Festival continúa aportando notas de calidad al agosto barcelonés. Ayer era el turno del saxofonista puertorriqueño David Sánchez, uno de los muchos músicos a los que descubrí gracias al añorado Cifu. Saxo tenor de sonido potente y notable prestigio, Sánchez se presentó en el Jamboree al frente de su nuevo cuarteto, en el que le acompañan Luis Perdomo al piano, Ricardo Rodríguez al bajo y E.J, Strickland, a la bateria.
El concierto se inició con un retraso de 25 minutos sobre el horario previsto, excesivo incluso para los estándares hispánicos de puntualidad. Sánchez, que lleva ocho años sin editar un álbum como líder, presentó varias de sus nuevas canciones. Algunas lo son tanto, que ni siquiera tienen título definitivo. Falta rodaje, pero la cosa promete. David Sánchez bucea en sus raíces afrolatinas, e incluso demuestra sus cualidades como percusionista, pero se desmarca, como lleva haciendo desde los inicios de su carrera, de los tópicos más manidos del latin-jazz. Su sonido es rotundo, y muy destacable su capacidad para improvisar. Mientras el bajista Ricardo Rodríguez se dedicaba a sostener los cimientos desde un discreto segundo plano, Luis Perdomo y E.J. Strickland demostraron su gran valía como músicos redondeando una muy buena actuación. La cosa no duró mucho más de una hora, pero Sánchez y los suyos se hicieron perdonar el retraso y demostraron que la música en la que están ahora metidos vale la pena. Ojalá suponga un nuevo empuje para una carrera algo estancada en lo discográfico, porque no hay tantos saxos tenores que suenen tan bien como David Sánchez.
El tema título de su, por ahora, último álbum como líder, con un batería excepcional:
Así empezó el muchacho: