Una de los motivos por los que viajo poco, además de por mi talante poco turístico, es porque creo que los aeropuertos son más aburridos que un festival de canción-protesta. Agradezco a Vueling que me haya hecho odiar esos sitios un poco más. 45 minutos de retraso en el vuelo Barcelona-Santiago, y dos horas largas de modorra aeroportuaria en el viaje de regreso. Para ser justos, he de decir que la tripulación era gente preparada, y en ningún momento se dirigieron a los pasajeros para preguntar si alguno de ellos sabía pilotar un avión. Suerte de la estancia, en la que tuve la extraña sensación de sentirme integrado, pero me da que mi próximo viaje, al margen de los que hago en metro, va a ser en tren, barco o burrotaxi. De burrovuelos ya estoy servido.
Buenas tes, don Alfredo,
Si permitiéraseme aconsejar(algo que casi nunca hago y que nunca aceptan), dijérayole que tampoco es recomendable ese quasieterno viaje en tren. Mire vd porendonde que yo habíame creido cuán gallego usted era….En barco probablemente, aunque mejor por el estrecho, por si hay pesca submarina. Pero los contratiempos de un barco ya los conoce vd. Burrotaxis no he catado pero cataré, no le quepa duda.
Y, esperando que de algo a vd le haya servido mi consejo, se le despido ya.
Saludes,
Juanki
Se le saluda. Se supone que en dos años llega el AVE a Santiago. Dicen por ahí que para entonces igual hay aduana por el camino, con lo que el viaje sólo sería de ida, vía Madrid. Si antes de entonces vuelvo a visitar el Noroeste, aceptaré el consejo.