Leonard Cohen nos ha dejado hace unas horas. Digo bien, nos ha dejado. ¿Quién escribirá ahora canciones para los que, como escribió su admirado Lorca, huyen con el corazón roto? Se va el gran poeta de la música, el hombre que puso voz cavernosa a los sentimientos profundos de muchas almas, el que las describió con las palabras exactas. Esas almas, hoy, se sienten más solas. Sus canciones me acompañarán siempre, ayudándome a soportar mejor este mundo con Donald Trump y sin Leonard Cohen, un maestro que, para mí, nunca dejará de ser nuestro hombre.