ANIMAL KINGDOM. 2010. 112´. Color.
Dirección: David Michod; Guión: David Michod; Director de fotografía: Adam Arkapaw; Montaje: Luke Doolan; Diseño de producción: Josephine Ford; Música: Antony Partos; Dirección artística: Janie Parker; Producción: Liz Watts,para Porchlight Films (Australia).
Intérpretes: James Frecheville (Joshua J Cody); Ben Mendelsohn (Pope Cody); Jacki Weaver (Janine Smurf Cody); Guy Pearce (Detective Leckie); Joel Edgerton (Baz Brown); Laura Wheelwright (Nicky); Luke Ford (Darren Cody); Sullivan Stapleton (Craig Cody); Dan Wyllie (Ezra White); Justin Rosniak (Detective Roache); Andy McPhee, Anna Lise Phillips, Mirrah Foulkes, Susan Prior, Clayton Jacobson, Kieran Darcy-Smith, Anthony Hayes.
Sinopsis: Después de morir su madre, el joven Joshua queda a cargo de su abuela y sus tíos, que forman una banda criminal.
El australiano David Michod debutó en el largometraje con Animal kingdom, película que triunfó en el festival de Sundance y consiguió, gracias a ello, ser estrenada en medio mundo. El film obtuvo buena acogida crítica, aunque a nivel de público no llegó a trascender los circuitos del cine independiente.
La primera cosa positiva que hay que decir de Animal kingdom es que su título está muy bien escogido: sus protagonistas son prácticamente bestias, seres del todo primarios cuyas reacciones pasan del laconismo a la visceralidad sin apenas estados intermedios. Michod, que se inspira levemente en sucesos ocurridos en Melbourne a finales de los 80, tiene tan claras la historia y la manera de contarla que en ningún momento la película parece obra de un debutante. Ya desde la primera escena, en la que Joshua, todavía un adolescente, asiste con una impasibilidad casi absoluta (característica que se convierte a lo largo del film en la marca de fábrica del personaje) al fallecimiento de su madre por sobredosis de heroína, Michod deja claro que no va a andarse con rodeos. Cuando el muchacho se traslada a vivir con su abuela y sus tíos, se ve envuelto en una guerra entre ellos, que forman un grupo de peligrosos delincuentes, y la Brigada Antirrobo de Melbourne, fuerza policial que destaca por sus pocos miramientos a la hora de apretar el gatillo.
He visto muchas películas sobre familias que forman clanes criminales. Animal kingdom guarda algunas similitudes con Mamá sangrienta, uno de los films más recordados de Roger Corman, y también, por el tono árido y la solidez de su puesta en escena, con la excelente película de Robert Aldrich La banda de los Grissom. Michod no juega a la acción frenética: muestra el submundo del crimen con espíritu naturalista, sin ceder a la tentación de glorificar a los delincuentes o a quienes los combaten. Los Cody son tan despiadados como poco inteligentes; la policía, corrupta y muy dada a emplear métodos muy similares a los de sus antagonistas. En Animal kingdom la muerte llega siempre de improviso, sin grandes persecuciones ni charlas o rituales: aunque Michod utiliza mucho la cámara lenta, en la película no hay margen para la retórica, sino un enfoque moderno del thriller que la sitúa por encima de la media. Animal kingdom es, también, un film sobre cómo el medio condiciona nuestras actitudes y comportamientos, sobre lo difícil que es la supervivencia en la selva. El símil zoológico que utiliza el policía interpretado por Guy Pearce para explicarle su situación a Joshua no puede ser más adecuado: cuando uno es débil, sólo puede sobrevivir en la jungla si los fuertes le protegen; si esto deja de ocurrir, la propia vida pende de un hilo.
Michod tiene la virtud de impactar sin ser efectista, de lograr la implicación del espectador sin emplear fuegos artificiales y mostrando a unos personajes con los que es casi imposible empatizar, pues en ellos el miedo suele canalizarse a través de la crueldad. Pope Cody la representa en su grado más absoluto, pero la matriarca, algunos de los policías o el abogado que defiende al clan no se quedan muy atrás en esta cotidiana galería de los horrores que es Animal kingdom. El sentido del ritmo de la película se fundamenta en alternar lo aparentemente premioso con fugaces explosiones de violencia, que dan sentido a la historia y marcan su sentido trágico. La música, fría y áspera, sintoniza de manera precisa con lo que vemos en pantalla.
El único actor conocido, al menos por un servidor, de cuantos intervienen en la película es Guy Pearce, que hace un buen trabajo interpretando a la única persona capaz de mantener una cierta decencia, y algo de sentido común, en mitad del caos. El joven protagonista, James Frecheville, no acaba de dejarme claro si la inexpresividad de su Joshua es fruto de su trabajo, o de sus limitaciones. Muy bien Jacki Weaver, capaz de mostrar lo perverso de un personaje casi siempre enmascarado detrás de una falsa sonrisa, y lo mismo digo de Ben Mendelsohn interpretando a un psicópata de libro. Joel Edgerton, Sullivan Stapleton y Dan Wyllie como abogado cabrón están también a buena altura. A Laura Wheelwright, la actriz que da vida a la novia de Joshua, la veo más justita.
Animal kingdom es una notable película, que puso en el candelero de forma muy merecida a David Michod, capaz de ofrecer un thriller de altos vuelos desde la sobriedad y haciendo gala de un destacable talento para contar historias.