PIPER. 2016. 6´. Color.
Dirección: Alan Barillaro; Guión: Alan Barillaro; Dirección de fotografía: Erik Smitt y Derek Williams; Montaje: Sarah K. Reimers; Música: Adrian Belew; Producción: Marc Sondheimer, para Pixar Studios-Walt Disney Pictures (EE.UU.).
Intérpretes: Animación.
Sinopsis: Mientras el resto de sus congéneres busca a la orilla del mar moluscos con los que alimentarse, un pequeño pájaro se ve incapaz de superar su miedo al agua.
Piper, uno de los más recientes cortometrajes producidos por Pixar, supuso el exitoso salto a la dirección de uno de los meritorios de la compañía, Alan Barillaro. Este trabajo, que acompañó el estreno en las salas de Buscando a Dory, obtuvo el Oscar al mejor cortometraje de animación y un reconocimiento prácticamente unánime.
Piper es (otra vez) el resultado de unir una técnica prodigiosa (sólo con ver la marea de la primera escena uno ya se queda maravillado) con una propuesta narrativa capaz de divertir al público infantil mientras se le ofrece un mensaje positivo sin caer en la chorrada supina, al tiempo que los adultos pueden experimentar el momentáneo goce de recuperar al niño que llevan dentro. La historia del ave acuática que supera el miedo al elemento del que habrá de extraer su comida gracias a la asunción de la técnica utilizada por los cangrejos subraya la necesidad de buscar nuevos caminos para conseguir los objetivos y de ir más allá de lo trillado. Con esta premisa argumental se puede hacer una obra maestra o un petardo considerable, y es de recibo admitir que Alan Barillaro, que en la parte musical cuenta con el apoyo del talento de Adrian Belew, se ha quedado mucho más cerca de lo primero. No yerran quienes afirman que estamos ante uno de los mejores cortometrajes de Pixar de toda la historia. Y eso es decir mucho.