THE HOURS. 2002. 110´. Color.
Dirección: Stephen Daldry; Guión: David Hare, basado en la novela de Michael Cunningham; Dirección de fotografía: Seamus McGarvey; Montaje: Peter Boyle; Música: Philip Glass; Dirección artística: Mark Raggett (Supervisor); Diseño de producción: Maria Djurkovic; Vestuario: Ann Roth; Producción: Scott Rudin y Robert Fox, para Miramax Films-Paramount Pictures (EE.UU.).
Intérpretes: Nicole Kidman (Virginia Woolf); Julianne Moore (Laura Brown); Meryl Streep (Clarissa Vaughan); Ed Harris (Richard Brown); Stephen Dillane (Leonard Woolf); John C. Reilly (Dan Brown); Toni Collette (Kitty); Jeff Daniels (Louis Waters); Allison Janney (Sally Lester); Claire Danes (Julia Vaughan); Miranda Richardson (Vanessa Bell); Linda Bassett (Nelly); Jack Rovello, Sophie Wyburd, Eileen Atkins.
Sinopsis: Las vidas de tres mujeres de distintas épocas se entrecruzan a través de la figura de la escritora Virginia Woolf y su novela Mrs. Dalloway.
El aclamado debut del prestigioso director teatral Stephen Daldry en el largometraje, Billy Elliott, dio paso a su primera aventura norteamericana, Las horas, un drama femenino que adapta la novela de Michael Cunningham. Se trata de una obra llamada a (uno, que es mal pensado por naturaleza, diría que diseñada para) obtener grandes premios, pero lo cierto es que, pese a sus muchas virtudes, la película no logró igualar el éxito comercial, ni obtener el consenso crítico de su predecesora.
Las horas es un film de estructura compleja, pues en él se narra la historia de tres mujeres separadas por varias generaciones. La primera es la escritora Virginia Woolf, con cuya nota de suicidio, y ejecución del mismo, se inicia la película; la segunda es una mujer estadounidense, madre de un hijo y a la espera de otro, quebrada por dentro pese a su apariencia de felicidad, y a la que la lectura de una de las novelas más conocidas de Virginia Woolf, Mrs. Dalloway, conmueve hasta límites insospechados; y la tercera es una mujer bisexual en el Nueva York de finales del pasado milenio, que en un día revive la trama de la mencionada novela.
Las horas es una película intachable en casi todas sus vertientes, pero que pocas veces consigue que el espectador sea partícipe del desgarro emocional que sufren sus protagonistas, en parte por una excesiva frialdad en la puesta en escena, pero también por la sucinta exposición de las causas que conducen a ese desgarro. En el caso de Virginia Woolf, es evidente que éste se debe a su desequilibrio mental. Por lo que respecta al personaje de Laura Brown, ni siquiera su lesbianismo reprimido, en una época en la que esta tendencia sexual era tabú (y más si se aparenta ser una feliz madre y ama de casa), explica de manera suficiente su modo de actuar; por último, opino que al personaje de Clarissa Vaughan se le fuerza demasiado a ser Mrs. Dalloway en una época y lugar muy distintos. La vida nunca es como los buenos libros, ni siquiera como los buenos libros trágicos: es mucho más banal (esa palabra con la que Clarissa se autotortura), insignificante y tragicómica que una novela de Virginia Woolf.
Daldry mueve la cámara con elegancia; el uso del montaje paralelo, clave en una película que narra acontecimientos que suceden en tres épocas distintas, me parece muy acertado, y la música de Philip Glass, pese a que tiende a ocupar demasiado espacio en diversas escenas, es de notable calidad. Bien la estética; en la narrativa, a uno le queda la sensación de que no se acaba de dar con el tono correcto, pasándose de la calma a la lágrima con demasiada facilidad y sin apenas término medio. En la parte final sí que se logra mostrar la profundidad emocional que se pretende, pero puede ocurrir que muchos espectadores se pierdan antes de llegar allí.
Al frente del estelar reparto encontramos a tres de las actrices más célebres y talentosas de nuestro tiempo. Esta vez, quien se llevó los mayores honores fue una irreconocible Nicole Kidman, excelente en el papel de Virginia Woolf. La que es mi actriz favorita, con diferencia, del trío protagonista, Julianne Moore, ofrece su habitual lección interpretativa, pero lo hace al servicio de un personaje que chirría y con un punto menos de inspiración que en sus mejores logros; por último, con Meryl Streep me ocurre lo mismo de casi siempre: vuelve a darme la sensación de estar interpretando a Meryl Streep. En una película de, y para, mujeres, brilla con luz propia Ed Harris, un pedazo de actor. A Allison Janney se le da muy poca cancha, lo cual es una lástima, y lo mismo sucede con John C. Reilly. Muy bien Stephen Dillane, y a Jeff Daniels no acabo de creérmelo.
Notable película que, aun así, no está a la altura de sus pretensiones, pues éstas no son otras que ser Virginia Woolf, y ser también Chejov. Las horas es uno de esos filmes con los que Hollywood trata de redimirse de la cantidad de basura insustancial que produce cada año. Lo logra en buena medida, pero no estamos ante un drama ejemplar, sino ante un intento bastante conseguido.