He leído, con cierta sorpresa que, hace unos cuantos días, cuatro opositores alquilaron una avioneta para poder acudir a dos exámenes que se convocaron el mismo día. Lo que me sorprende, conociendo algo el submundo opositor, no es el hecho en sí mismo, sino que la avioneta la alquilaran para ir a los exámenes y no para estrellarla contra el edificio en el que se hacían las pruebas.