Ya Balzac nos avisó de la escasa utilidad de buscar consuelo en los demás:
«LA MEDIDA DE LOS DOLORES ESTÁ EN CADA UNO DE NOSOTROS; NADIE COMPRENDE NUESTROS SUFRIMIENTOS SINO POR UNA ANALOGÍA MUY VAGA».
Ya Balzac nos avisó de la escasa utilidad de buscar consuelo en los demás:
«LA MEDIDA DE LOS DOLORES ESTÁ EN CADA UNO DE NOSOTROS; NADIE COMPRENDE NUESTROS SUFRIMIENTOS SINO POR UNA ANALOGÍA MUY VAGA».