REVELANDO A MARIO. 2020. 78´. Color.
Dirección: Simó Mateu; Guión: Javier Bizarro, Simó Mateu y Pau Cavaller; Dirección de fotografía: Rubén Capilla; Montaje: Simó Mateu; Música: Canciones de Ketama, Ray Heredia, Pepe Habichuela, Mayte Martín, Golpes Bajos, etc.; Producción: Lourdes Vives y Simó Mateu, para Mallorca Vídeo Servicios Audiovisuales-IB-RTVE (España).
Intérpretes: Mario Pacheco, María José Llergo, Joe Boyd, Juan Carmona, Pepe Habichuela, Teo Cardalda, Josemi Carmona, Diego Manrique, Martirio, Jaume Sisa, Jorge Pardo, Ricardo Pachón, Jesús Ordovás, Fernando Márquez El Zurdo, Tomatito, Jota, Pau Riba, Peter Hook, Juan Pacheco.
Sinopsis: Biografía del fotógrafo y productor musical Mario Pacheco.
Curtido en la realización de programas televisivos y videoclips, el mallorquín Simó Mateu hizo su puesta de largo en el panorama cinematográfico con Revelando a Mario, documental que rinde tributo a la figura de Mario Pacheco, personaje imprescindible para comprender la evolución de la música española de las últimas décadas. La película ha sido elogiada, creo que con toda justicia, en los certámenes en los que se ha presentado.
La estructura del documental es la típica en este tipo de productos, trazando un recorrido cronológico por la vida y obra del biografiado. Hay que decir, por tanto, que el interés de la obra tendrá una íntima relación con su ritmo narrativo, su solvencia técnica y, por supuesto, con la propia trayectoria del personaje objeto de análisis. En los dos primeros aspectos, Mateu saca muy buena nota: su film es conciso, emocionante cuando toca, ofrece aspectos interesantes para el conocedor y muchos motivos para que se enganche el neófito. Ayuda, y con esto entramos en la cuestión principal, que la vida de Mario Pacheco fuera apasionante: originario de una familia de fotógrafos y cineastas, Pacheco sintió una temprana pasión no sólo por el mundo de la imagen, sino también por la música. Nada más llegar a la mayoría de edad, Mario partió hacia Londres, donde se hizo un nombre entre muchas luminarias de ambas disciplinas y extrajo unas enseñanzas que aplicó de regresó a España. Ejecutivo discográfico de la compañía catalana Edigsa, Pacheco decidió volar a su aire y, con la inestimable ayuda de su compañera de siempre, Cucha Salazar, y el dinero de diversos socios, entre los que estaba uno de los nietos del pintor Joan Miró, creó su propio sello discográfico, Nuevos Medios, cuyo catálogo habla por sí solo. Los inicios de la compañía datan de 1982, un año en el que el rock duro alcanzó cotas de popularidad inauditas hasta entonces y en el que empezaba a imponerse eso que se dio en llamar la Movida madrileña. Primando siempre la calidad por encima de la cantidad y el respeto a los artistas sobre el puro negocio, el sello de Mario y Cucha tocó muchos palos musicales, pero si por algo ha pasado a la historia es por recoger el testigo de quienes, en la década de los 70, iniciaron los caminos de la fusión entre el flamenco y músicas como el jazz o el rock, y por llevar el arte jondo hacia nuevos caminos y nuevas audiencias. La película dedica su espacio al Mario fotógrafo, cuya cámara retrató de manera admirable a docenas de artistas y a la que se debe la foto de portada de uno de los discos totémicos de la música española: La leyenda del tiempo, de Camarón. Son de resaltar las intervenciones de Joe Boyd, productor musical que conoció a Mario en su periplo londinense y con el que entabló una amistad que se prolongó hasta el fallecimiento de Pacheco, en el año 2010. Boyd aporta conocimientos personales y musicales que enriquecen una película en la que la frase más definitoria la pronuncia, muy probablemente, Juan Carmona: «Antes importaba la música y ahora, el dinero». Los melómanos españoles debemos mucho a Nuevos Medios, no sólo por los discos que publicó, varios de los cuales son verdaderas joyas, sino también por su labor de importador y distribuidor de sellos foráneos como Rough Trade, ECM, Hannibal o Dreyfus. Todo esto se aprecia con nitidez en esta buena y necesaria película, por lo que supone de reivindicación de una figura tan reivindicable como la de Mario Pacheco. La voz de María José Llergo, que acompaña los primeros fotogramas del film, dice muchas cosas; la de Mayte Martín entonando los versos de No pensar nunca en la muerte, las dice casi todas. Por poner algún pero, faltan alusiones a algunos álbumes gloriosos de la compañía, como los de Rafael Riqueni, Juan Manuel Cañizares (cosas de un servidor, que idolatra a los grandes guitarristas) o el 10 de Paco, de Chano Domínguez y Jorge Pardo, pero en la notable película de Simó Mateu se halla lo fundamental, filmado con buen estilo y mucho respeto hacia un hombre que hizo mucho bien a la cultura española, empezando por el flamenco, y al que todos los amantes de la música echamos en falta.