SPRING BREAKERS. 2012. 91´. Color.
Dirección: Harmony Korine; Guión: Harmony Korine; Dirección de fotografía: Benoit Debie; Montaje: Douglas Krise; Música: Cliff Martínez y Skrillex; Diseño de producción: Elliott Hostetter; Dirección artística: Almitra Corey; Producción: Charles-Marie Anthonioz, Chris Hanley, Jordan Gertner y David Zander, para Muse Productions-Division Films-O´Salvation-Iconoclast-MJZ- Radar Pictures RabbitBandini Productions (EE.UU.).
Intérpretes: James Franco (Alien); Selena Gómez (Faith); Vanessa Hudgens (Candy); Ashley Benson (Britt); Rachel Korine (Cotty); Gucci Mane (Archie); Heather Morris, Ashley Lendzion, Emma Jane Holzer, Lee Irby, Jeff Jarrett, Russell Curry Dangeruss, Josh Randall, Travis Duncan.
Sinopsis: Cuatro estudiantes aburridas de su vida cotidiana parten hacia Florida para disfrutar de las vacaciones de primavera.
Conocido por ser el guionista del exitoso díptico juvenil que dirigió Larry Clark a caballo entre el pasado y el actual milenio, Harmony Korine es dueño de una irregular carrera como director, en la que se ha prodigado especialmente en el cortometraje, la publicidad y el videoclip. Probablemente su película más conocida hasta la fecha sea Spring breakers, drama juvenil sobre cuatro adolescentes insatisfechas que viajan hasta Florida para desmadrarse en las célebres vacaciones estudiantiles de primavera. Polémico, alabado por algunos y criticado por otros, el film se aprovechó de esa controversia para generar expectación, aunque opino que, si por algo destaca el quinto largometraje dirigido por Harmony Korine, es por su falta de ideas.
Persisten en el director su espíritu transgresor y su afán por mostrar el lado más salvaje de los adolescentes estadounidenses, pero todo ese discurso está aquí al servicio de una historia vacía de contenido. En lo narrativo, Spring breakers es dispersa e inconexa, con una trama que en principio es mucho más tópica de lo que pretende y posteriormente degenera, cuando las cuatro adolescentes protagonistas se introducen en el universo del peculiar narcotraficante que las saca de la cárcel, en un despropósito de proporciones importantes. Para tratarse de un film sobre un cuarteto de jóvenes norteamericanas de la pasada década, me llama la atención, y no para bien, que esas jóvenes, que siempre que pueden se muestran como muy amantes del postureo, sólo utilicen sus móviles para hablar con sus familias, y ni siquiera nombren, o hagan amago de utilizar, las redes sociales. Esto no es creíble ni aunque las mozas sean de pueblo. Otro pecado no venial del Korine guionista es que la película, más allá de sus taras estructurales, carece por completo de sentido del humor, salvo que el espectador haga un acto de fe y entienda todo el film como un gran chiste que no ha pillado. De hecho, no sé si Korine pretendía que el final de Spring breakers fuera cómico, pero desde que Cotty abandona Florida, como antes hizo Faith, y sólo quedan Candy y Britt junto al camello-rapero Alien, la verdad es que lo mejor que se puede hacer con la película es no tomársela en serio.
En el apartado visual, Spring breakers adopta la forma de un extenso videoclip que, justo es decirlo, brilla por momentos y no resulta lo cargante que cabría esperar para un amante del estilo clásico. La estética es abigarrada y chillona, pero creo que eso refleja muy bien el perfil de unos personajes que, como ocurre con ciertas aves, se sienten atraídos por el brillo. Igualmente, la música compuesta por el heterodoxo dúo que forman Cliff Martínez y el popular DJ Skrillex da bastante buen resultado en líneas generales. En cambio, el montaje es de lo más caótico, lo que tampoco ayuda a que el film gane enteros.
En cuanto al reparto, quien sale mejor parado es el prolífico James Franco, que puede desmadrarse con fruición en la piel de un perdedor que en apariencia es todo lo contrario. A su lado, tres estrellas televisivas como Selena Gómez, Vanessa Hudgens y Ashley Benson, así como la esposa del director, Rachel, algo mayor para el papel que interpreta. Seguramente, Gómez, Hudgens y Benson (para mí, la actriz con más aptitudes de las tres mencionadas) consideraron que esta película les serviría para hacer un giro rompedor hacia el cine adulto, pero ni sus personajes, casi caricaturescos, ni su desempeño las hacen sobresalir. Por su parte, Gucci Mane, que da vida al narcotraficante negro, rival y antiguo amigo de Alien, deja claro que lo suyo no es la interpretación.
Bastante más ruido que nueces es lo que ofrece Spring breakers, una película insustancial que acaba bordeando el ridículo.