Regreso con frecuencia a Leonard Cohen. Esta vez quiero compartir una reflexión suya sobre la capacidad de distinguir entre lo verdadero y lo imposible:
«CON EL PODER TENEMOS UNA RELACIÓN AMBIGUA; SABEMOS QUE SI NO EXISTIERA NOS COMERÍAMOS UNOS A OTROS, PERO NOS GUSTA PENSAR QUE, SI NO EXISTIERAN LOS GOBIERNOS, LOS HOMBRES SE ABRAZARÍAN».