DARK STAR. 1974. 80´. Color.
Dirección: John Carpenter; Guión: John Carpenter y Dan O´Bannon; Director de fotografía: Douglas Knapp; Montaje: Dan O´Bannon; Música: John Carpenter; Diseño de producción: Dan O´Bannon; Producción: John Carpenter y Jack H. Harris, para Jack H. Harris Enterprises-University of South California (EE. UU.).
Intérpretes: Brian Narelle (Teniente Doolittle); Cal Kuniholm (Boiler); Dre Pahich (Talby); Dan O´Bannon (Pinback); Joe Saunders, Miles Watkins..
Sinopsis: Una nave espacial con cuatro tripulantes tiene la misión de eliminar planetas inestables en una galaxia lejana. Después de una avería, una de las bombas encargadas de ejecutar la tarea enpiez<a a plantearse cuestiones existenciales.
Ya desde sus primeros cortometrajes, estaba claro que los intereses cinematográficos de John Carpenter se dirigían al terror y la ciencia-ficción. En esa línea, el cineasta neoyorquino ideó Estrella oscura junto a Dan O´Bannon, compañero suyo en la Universidad del Sur de California y también futuro nombre importante en el cine fantástico. La idea era realizar un mediometraje que hiciera las veces de proyecto de fin de carrera, aunque el ulterior desarrollo de la obra, añadido a la dificultad de estrenar una película en ese formato, terminaron por convertir Estrella oscura en la ópera prima de Carpenter como director. Medio siglo después de su discreto estreno, la película es vista como una curiosidad, en la que se esbozan posteriores producciones de sus artífices y que, en conjunto, se salva de ser una obra más de ciencia-ficción de serie B gracias a su espíritu irreverente.
Tomando como puntos de partida los filmes fantásticos de bajo presupuesto de los 50 y 6o, pero también 2001: Una odisea del espacio, Carpenter y O´Bannon nos sitúan en una nave tripulada por cuatro astronautas de aspecto hippie que, en misión por los confines del Universo, tienen como objetivo la destrucción de planetas inestables que amenacen la paz natural del Cosmos. El antiguo comandante de la nave ha muerto, y quien dirige las operaciones es el teniente Dollittle, un tipo de buen talante que debe lidiar con una tropa hastiada de vagar por el espacio y con cierta inclinación al pasotismo. En ese mundo futuro, las bombas que se lanzan desde la nave para destruir los objetivos son seres pensantes, perfectamente adiestrados para su misión y capaces de cuestionar a cualquiera que emita una contraorden relativa a su lanzamiento. La premisa es tan interesante como irregular su desarrollo. No es difícil percibir que algunas escenas, en especial en el segundo tercio de la película, fueron ideadas con cierta urgencia e incluidas en el montaje final con el objetivo último de alargar la duración del film, de manera que pudiese ver la luz como película de formato largo. Diálogos y momentos interesantes, en los que se plasma el hartazgo de los tripulantes, sus mutuos recelos provocados por la obligada compañía del resto y su propia situación laboral, que se antoja poco satisfactoria, se entrelazan con situaciones de puro relleno. Anima la fiesta la aparición de un alienígena con forma de gigantesca pelota de goma, que antes de ser vencido provoca daños importantes en la nave. Está claro que Dan O´Bannon retomó esta idea y la revistió de seriedad para concebir el guión de la obra que le haría célebre: Alien. El más bien plomizo día a día de los astronautas se convierte en un riesgo inminente cuando la avería provocada por la criatura extraterrestre hace que la Bomba Número 20, capaz de participar en conversaciones de corte metafísico, pero no de aceptar más de dos órdenes de abortar su lanzamiento, se disponga a explotar junto a la plataforma, que en tal caso volaría obviamente en pedazos con todos sus ocupantes dentro.
Mitad homenaje y mitad gamberrada, en Estrella oscura hay mucho ingenio, aunque algo disperso. En las alusiones a 2001 prima más la sátira, personificada en esa bomba reconvertida en émulo pirotécnico de Hal 9000, que el tributo. Por contra, en los trucajes y efectos especiales, que no hace falta decir que son de corte artesanal, se percibe cariño hacia las producciones de ciencia-ficción de serie B, que para Carpenter siempre fueron un referente. También el western, y en Estrella oscura no faltan elementos de ese género (personajes aislados y al margen de la civilización, el espacio como horizonte infinito, al modo de las praderas, el alienígena como forajido), aunque dentro de un tono general bastante distendido, incluso paródico en ocasiones. No de otra manera cabe leer la escena en la que Doolittle, consciente del enorme peligro que se cierne sobre él y sus subordinados, acude a ver al fallecido comandante, quien aun criogenizado es capaz de conversar, e incluso de quejarse de que no vayan a verle por cuestiones más lúdicas. Otra muestra de por dónde irían las cosas más adelante la da el hecho de que sea el propio John Carpenter el compositor de la banda sonora, construida con el único auxilio de un sintetizador.
El reparto está compuesto por actores no profesionales, en su mayoría compañeros de facultad de Carpenter que, en algunos casos, jamás volvieron a ponerse delante de las cámaras. En general, las actuaciones son más bien discretas, aunque la de Brian Narelle, que interpreta a Doolittle, sea correcta, y los monólogos ante la cámara de Dan O´Bannon estén recitados con convicción. En cambio, la interpretación de Dre Pahich cuesta cogerla por algún sitio, y la de Cal Kuniholm tampoco es que sea una maravilla. Destacar la presencia del futuro realizador televisivo Miles Watkins, que en el prólogo interpreta al observador exterior de la misión.
Si bien hay tramos en su parte central que son más un lastre que un apoyo, Estrella oscura es una película simpática y entretenida, que funciona como film irreverente de serie B y que, por supuesto, sirvió de plataforma de lanzamiento para dos figuras del cine fantástico como John Carpenter y Dan O´Bannon, quien en esta obra hizo de casi todo.