FRANCISCO CASAVELLA. El secreto de las fiestas. Anaya. 196 páginas.
La tercera novela del escritor barcelonés Francisco Casavella, escrita desde y para la adolescencia, reúne los elementos que ha de tener una buena canción pop: sencillez, agilidad y descargas inmediatas hacia el cerebro y los pies del receptor. No estamos ante un escritor viejuno que trata de hacerse pasar por joven y crea una novela iniciática barnizada con un argot callejero impostado, porque Casavella siempre fue un escritor joven, sin trampa ni cartón.
El libro narra la historia de Daniel, un chico que vive sus primeros años en una aldea gallega y, ya adolescente, llega a Barcelona. El protagonista se presenta al lector de la siguiente y muy descriptiva manera: «Soy raro». Su objetivo es emular a su abuelo, quien siendo apenas quinceañero se marchó a Cuba, se hizo músico y recorrió el mundo con diversas orquestas, llevando la conga a las más selectas salas de baile de Europa y América. El abuelo le explica a Daniel cuál es el secreto de las fiestas, y el chico, después de un primer intento de fuga que fracasa por haberse enganchado a las máquinas del millón, llega a Barcelona dispuesto a seguir el ejemplo del padre de su padre. Allí descubrirá los encantos y las miserias de la gran ciudad, sus colegios, sus salones de futbolín, su vida nocturna… conocerá a una chica que se convertirá en el centro de su mundo y, sobre todo, seguirá siendo un chico raro en busca del secreto de las fiestas.
En la novela, alguno de cuyos pasajes muestran que en la mente de su autor ya se estaba gestando su obra posterior, la excelente El dia del Watusi, encontramos a Casavella en estado puro: al escritor de raza, de estilo a veces atropellado de tan torrencial, al melómano empedernido, al narrador dotado de una inusual habilidad para explicar con gracia la anécdota, al noctámbulo barcelonés que tiene la autenticidad de quien no inventa más que lo necesario, sino que narra lo vivido utilizando un lenguaje ágil, tan desenfadado como una conga, y honesto de principio a fin. El secreto de las fiestas no es sólo una novela juvenil; también es una novela joven. Cierto es que, casi una década después de su publicación original, Casavella la reescribió dándole un enfoque más orientado al público adulto, pero a esta primera versión no le faltan virtudes y posee dos de los rasgos más caracteristicos del autor: talento y vida. Gran novela para adolescentes (y adultos que no han olvidado que un día lo fueron), formada por una veintena de capítulos cortos que se leen en un suspiro, escrita por un autor imprescindible.