WAKING NED. 1998. 89´. Color.
Dirección: Kirk Jones; Guión: Kirk Jones; Dirección de fotografía: Henry Braham; Montaje: Alan Strachan; Música: Shaun Davey; Dirección artística: Mark Tanner; Diseño de producción: John Ebden; Vestuario: Rosie Hackett; Producción: Richard Holmes y Glynis Murray, para Tomboy Films (Gran Bretaña).
Intérpretes: Ian Bannen (Jackie O´Shea); David Kelly (Michael O´Sullivan); Fionnula Flanagan (Annie O´Shea); Susan Lynch (Maggie O´Toole); James Nesbitt (Pig Finn); Adrian Robinson (El hombre de la Loto); Maura O´Malley (Mrs. Kennedy); Robert Hickey (Maurice); Eileen Dromey (Lizzy Quinn); James Ryland, Paddy Ward.
Sinopsis: Un habitante del apartado pueblo irlandés de Tullymore ha resultado agraciado con un premio millonario de la Loto. Dos amigos, Jackie y Michael, tratan de averiguar quién ha sido su afortunado vecino para que comparta con ellos su fortuna. Por fin, descubren que el dueño del boleto ganador es Ned Devine, un viejo marinero. Cuando Jackie y Michael van a su casa, descubren que Ned falleció justo después de celebrarse el sorteo.
Debut cinematográfico de un director, Kirk Jones, al que este film abrió las puertas de Hollywood, Despertando a Ned es un moderno cuento de hadas irlandés ambientado en un idílico pueblo costero. En él, la vida transcurre con absoluta placidez hasta que uno de sus vecinos resulta ser el portador de un boleto ganador de casi siete millones de libras en la Loto. Al principio, los vecinos se centran en saber quién ha sido el agraciado, pero todo se complica cuando averiguan que éste falleció de la impresión. Como Ned no tenía familia, se trata de que alguien se haga pasar por él para que el premio se quede en el pueblo.
Lo más destacable de esta comedia es que atesora las dos virtudes imprescindibles en el género: gracia y ritmo. La película resulta simpática desde sus primeros fotogramas, y su hora y media de metraje pasa volando. Los bellos parajes irlandeses y la sencillez de sus gentes conquistan al espectador, que acaba convirtiéndose en cómplice de una trama urdida con el noble fin de que todo un pueblo se haga rico, y en la que, como en todos los cuentos, tampoco falta la bruja mala. Todo en la narración (incluso los momentos inverosímiles, que los hay) resulta creíble, valga la paradoja, y las distintas situaciones, la mayoría divertidas, siempre llevan hacia delante la acción, que nunca se para pese a que el film está narrado desde lo apacible, al ritmo de esos simpáticos ancianos que lo protagonizan. Otras películas buscan (la espectacularidad, la carcajada continua, el no va más): Despertando a Ned encuentra, y convence. Consigue que lo entrañable se imponga a lo mezquino sin resultar estomagante, y acaba siendo una comedia redonda, que se apoya en unas interpretaciones excelentes. De ellas, cabe destacar en primer lugar a su protagonista, Ian Bannen, en una de sus últimas apariciones en la gran pantalla. El resto de actores, en general poco conocidos, resultan de lo más eficaz, cuando no directamente brillantes, como en el caso de David Kelly.
En definitiva, una película honesta, divertida y por momentos conmovedora, especialmente agradable en estos tiempos cargados de negatividad, que deja muy buen sabor de boca, genera sonrisas y se sitúa muy por encima de la media de un género que en las últimas décadas no vive sus mejores momentos.