Reproduzco con orgullo la carta que el laureado autor de comics Juan Díaz Canales ha dirigido a quienes pretendieron vender mierda patriotera a su costa. De paso, hagan la prueba de sustituir en el texto la palabra «España» (y derivados) por «Cataluña» (ídem) y verán qué poquito cambia el cuadro:
«Muy señores míos,
Me considero español. No puedes ser otra cosa desde el momento que naces en España. Como tal, soy heredero me guste o no de una historia, un lenguaje y una cultura común a mis sufridos compatriotas. Pero siento mucho decirles que esto no es suficiente para sentirme orgulloso de mi país. De hecho, hoy por hoy, los sentimientos que me provoca ser español son los de vergüenza, impotencia e infinita indignación.
No se puede estar orgulloso de un país que consiente y ampara estafas a gran escala. Que niega a sus ciudadanos derechos elementales como son una vivienda digna, sanidad y educación. Que ningunea la cultura y la ciencia y cuyas instituciones, de la primera a la última, están corruptas hasta la médula, como nos demuestran los medios de comunicación un día sí y otro también. Vivimos en un país desesperanzado, en manos de una casta política y económica amoral, insensible, ciega y estúpida que nos ha arrastrado a la miseria caprichosa y cruelmente, mientras que ellos siguen enriqueciéndose a manos llenas.
Por todo ello, no quiero que mi nombre se asocie, y mucho menos sin mi consentimiento, con ese esperpento que han dado en llamar “MARCA ESPAÑA”. Hagan el favor de llamarme de nuevo cuando hayan limpiado la casa, la gente pueda aspirar a un trabajo digno, las instituciones recobren su verdadera función y la ética vuelva a tener más valor que el dinero.
Entonces sí que podré sentirme orgulloso de mi país».