BOB DYLAN. LETRAS 1962-2001. Global Rhythm. 1.264 páginas
Ante todo, elogiar a la editorial por emprender la difícil tarea de recopilar y traducir (de manera excelente) las letras, muchas de ellas nada fáciles, que el trovador de Minnessota escribió en los primeros 39 años de su carrera. Las notas sobre cada tema son un alarde de documentación, y facilitan mucho al lector la tarea de comprender los en ocasiones crípticos textos de Dylan.
Pocas cosas pueden decirse de un personaje del que ya se ha dicho y escrito casi todo, de un hombre cuya irrupción en el mundo de la música popular supuso un antes y un después. Casi todas las canciones de Dylan más recordadas por el gran público pertenecen a la primera década de su carrera, la del estrellato de un tipo que, viniendo del folk y del blues más tradicionales, transformó las letras pop y las dotó de una profundidad inédita hasta su irrupción en el panorama musical, de un hombre a quien poco le importaba desafinar cuando cantaba, que copió a muchos y fue copiado (bastante mal, en la mayoría de los casos) por muchos más, de un individuo empeñado como pocos en destruir su propio mito. Ciertamente, de esa primera década son varias de las letras más destacables de Dylan, como Masters of war, A hard rain´s a-gonna fall, The times they are a-changin´, With God on our side, Chimes of freedom, Subterranean homesick Blues, Mr. Tambourine Man, Like a rolling stone (una de las mejores canciones del rock de todos los tiempos) o Desolation row, entre otras. Canciones muchas de ellas apasionadas, reivindicativas, con textos muy cuidados pero en los que lo que se dice es mucho más relevante que el cómo se dice.
El Dylan posterior tiene muchas caras. El apasionamiento y la reivindicación van dejando paso paulatinamente a un misticismo intimista y a textos más desesperanzados, y el cómo se dicen las cosas (tanto a nivel musical como literario) adquiere cada vez más importancia. Muchas letras dylanianas desde los años 70 en adelante son complicados ejercicios de estilo, rizando el rizo de la rima y estirando sus posibilidades al máximo por el puro placer de hacerlo. Más allá de joyas como Tangled up in blue, Hurricane o Changing of the guards, llaman la atención los textos de la etapa evangélica de Dylan, es decir, los de los discos Slow train coming y Saved. Aunque eso de abrazar la cruz esté en las antípodas de mi pensamiento, reconozco que algunas de esas letras son fantásticas, por ejemplo la de Gotta serve somebody. Dylan escribe con el fervor del converso, que pronto desaparece y da paso a un escepticismo desencantado, presente en Man of peace e hiperdesarrollado en Political world o Everything is broken.
De los últimos años, destacaría casi por entero el disco Time out of mind, uno de los mejores de toda la carrera de Dylan. Letras como Not dark yet llegan a lugares donde muchos otros no podrían ni en sus mejores sueños, o en sus peores pesadillas.
De esta lectura me queda una visión completa de la trayectoria de un autor prolífico, cuya obra bebe tanto de los grandes escritores norteamericanos (de Mark Twain a Tennessee Williams, de Lewis Carroll a F. Scott Fitzgerald) como de los grandes maestros del folk y del blues, léase Woody Guthrie o Robert Johnson, que cita constantemente la Biblia, desde el principio de su carrera hasta hoy, y que ciertamente tiene textos prescindibles e incluso algunos en los que parece querer burlarse de sus propios idólatras, pero que ha dado textos clave a la música del último medio siglo. En mi opinión, el gran poeta/compositor de canciones se llama Leonard Cohen, pero Dylan ha dado mucho, y casi siempre bueno (a veces, genial). Y no se me olvida que él fue quien abrió el camino que el propio Cohen siguió. Altamente recomendable, tanto por la calidad de los textos como por la de la edición.
Podría usted hacerme una relación de escritores escandinavos de lectura recomendable?
Le estaría harto agradecido por su trabajo.
No sé qué tipo de libros prefiere, pero se hará lo que se pueda. Aunque me gusta la novela negra, no puedo opinar de la escandinava contemporánea porque no la he leído, ni siquiera a los autores más conocidos, como Larsson o Mankell. Sí he leído a los dramaturgos clásicos, como Ibsen («Un enemigo del pueblo») o Strindberg («La señorita Julia», «El chivo expiatorio»), y los recomiendo a ambos. Entre mis novelistas favoritos de todos los tiempos está un escandinavo, el noruego Knut Hamsun, autor del que se hablará en el futuro en este blog. Hoy es poco conocido, en gran medida porque el individuo se adhirió a la causa nazi y por ello fue justamente considerado un traidor tras la Segunda Guerra Mundial, pero sus primeras novelas («Hambre», «Pan», «Misterios» y «Victoria») son geniales. Isaac Bashevis Singer le considera el padre de la novela moderna, y no se equivoca, con permiso del gran genio ruso Dostoievski.
Ah, si le va la filosofía y no le asusta el rollo duro, lea a Kierkegaard.
Muchas gracias de nuevo, don Alfredo. He leido tanto a Ibsen como a Hamsun, también a Aarto Paasilinna y Gudbergur Bergsson. Aun no me atrevo con Kierkegaard….
A Paasilinna y a Sofi Oksanen me los han recomendado mucho, pero todavía no he leído obras suyas. Mi idea es hacerlo en breve. Kierkegaard es un pensador muy interesante. En breve habrá post con una frase suya que me parece de una gran brillantez.
Bienvenido, don Alfredo,
Echo realmente de menos en este apartado alguna referencia hacia la pintura, ya sea una visita a museo o comentario acerca de algún pintor, movimiento o cuadro. También escultura y/o arquitectura.
Los comentarios musicales y filmográficos que vd realiza son de mi agrado y demuestran conocimientos de la materia y no poca sensibilidad, aunque vd se empeñe en esconder esta última.
Saludos,.;
Le confieso que mis conocimientos artísticos van por barrios. Me interesan la pintura, la escultura y la arquitectura, así como la fotografía o el teatro (no así la danza), pero me prodigo poco en su cultivo y aún menos en su comentario porque en esos campos mi ciencia es bastante limitada. Algo haré, no obstante, porque la suya tampoco es la primera observación de ese tipo que recibo. También lo de la sensibilidad me han dicho mucho, pero no me parece malo esconderla: en la vida real es más un defecto que otra cosa.
Don Alfredo,
Permítame que le pida su opinión sobre La conjura de los necios. Si fuese vd tan amable, agradecería que me recomendase 4 o 5 autores estadounidenses.
Saludos,.;:-
«La conjura de los necios» es uno de los mejores libros que he leído jamás, y EE.UU., en mi opinión, el país que más escritores de calidad ha producido en el último siglo. De los autores vivos, para mí Philip Roth, DeLillo, Cormac McCarthy, Chuck Palahniuk, Thomas Pynchon o Jonathan Franzen, entre otros, merecen ser leídos con atención. Además, adoro a John Fante, a Charles Bukowski, a Poe, a Faulkner, a Scott Fitzgerald, a Henry Miller, a Chandler, a Philip K. Dick, a Carver, a John Cheever y a varios más.