Esta mañana he acudido a las puertas del Hospital del Mar para mostrar mi apoyo a los profesionales de ese centro sanitario, afectados por un ERE, y mi radical oposición a los recortes que se están haciendo en la Sanidad pública. Para una cosa que funcionaba más o menos bien en este país, llega un gobierno de ladrones e incapaces para cargársela. Por desgracia, la incapacidad de la izquierda para gobernar con un mínimo de eficacia y coherencia con sus ideas ha condenado a quienes vivimos en Catalunya al retorno a la Generalitat de una coalición liderada por personas esencialmente corruptas, falsamente nacionalistas y bastante parecidas al PP en temas sociales a las que, eso sí, siempre se les ha dado muy bien tocar la fibra sensible del personal utilizando en su beneficio el notorio agravio económico que sufre Catalunya, y que ellos, en varias décadas de virreinato (tampoco aspiran a más, no nos engañemos) poco han hecho por combatir. Aquí están las consecuencias de poner al zorro Boi Ruiz a cuidar de las gallinas.