BATMAN BEGINS. 2005. 140´. Color.
Dirección : Christopher Nolan; Guión: David S. Goyer y Christopher Nolan, basado en los personajes creados por Bob Kane; Dirección de fotografía: Wally Pfister; Montaje: Lee Smith; Dirección artística: Simon Lamont (Supervisor); Música: Hans Zimmer y James Newton Howard; Diseño de producción: Nathan Crowley; Producción: Larry Franco, Emma Thomas y Charles Roven, para Warner Bros. (EE.UU.).
Intérpretes: Christian Bale (Bruce Wayne/Batman); Michael Caine (Alfred); Liam Neeson (Ducard); Katie Holmes (Rachel Dawes); Gary Oldman (Jim Gordon); Cillian Murphy (Dr. Crane/Espantapájaros); Tom Wilkinson (Carmine Falcone); Rutger Hauer (Earle); Morgan Freeman (Lucius Fox); Ken Watanabe (Ra´s Al Ghul); Mark Boone Junior (Flass); Linus Roache (Thomas Wayne); Larry Holden, Gerard Murphy, Colin McFarlane, Sara Stewart, Richard Brake, Rade Serbedzija, Gus Lewis, Emma Lockhardt.
Sinopsis: Bruce Wayne asiste al asesinato de sus padres a manos de un atracador. Decide dejar Gotham y vaga por el mundo, hasta que es acogido por una sociedad secreta y adiestrado en técnicas de combate y artes marciales. Decide volver a su ciudad para combatir la delincuencia, instalada en todos los niveles de la sociedad.
Ocho años después de la anterior entrega, Batman y Robin, que fue un fracaso a todos los niveles, Warner Bros, decidió resucitar a Batman devolviéndole a la saga el aura de prestigio que había perdido al pasar de las manos de Tim Burton a las de Joel Schumacher. El elegido para rescatar al Hombre Murciélago fue Christopher Nolan, director que había asombrado al mundo en Memento. El cineasta británico, junto al guionista David S. Goyer, ideó una trama en la que pretendía explicar los orígenes del personaje y mantener una fidelidad al cómic de Bob Kane que se había ido abandonando en las sucesivas entregas.
Dicen que es nuestra infancia lo que determina qué clase de adultos seremos. En el caso de Bruce Wayne, lo que tenemos es a un adulto traumatizado por el asesinato de sus padres y cegado por la sed de venganza. Cuando ésta no puede ser saciada, al anticipársele un importante mafioso de la ciudad, Bruce decide abandonar Gotham, dejando atrás su condición de multimillonario heredero. Años después, da con sus huesos en una cárcel asiática, de la que es rescatado por un enigmático individuo que le adiestra para que se enfrente a la injusticia y el crimen. Ese hombre pertenece a la Liga de las Sombras, una organización clandestina de justicieros que lleva siglos mejorando el mundo a su manera. Al final de su instrucción, Bruce descubre que sus mentores planean destruir Gotham, una ciudad en la que el crimen y la corrupción campan a sus anchas, pero él decide volver a su ciudad para impartir justicia por su cuenta.
La Gotham de Nolan es una metrópolis a la que las desigualdades sociales han convertido en un infierno, donde los poderosos compran personas y voluntades a su antojo para perpetuar su corrupto dominio. Al regresar a su ciudad natal, Bruce Wayne descubre que muy pocas personas íntegras quedan en ella, y que éstas tienen las manos atadas dado el nivel de corrupción reinante. En resumen, que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Visto lo visto, y ayudado por la instrucción recibida y por la tecnología punta que fabrica la gran corporación de la que es heredero, Bruce decide convertirse en Batman, y trasladar el miedo a quienes lo producen en el resto de la sociedad.
Nolan aporta su sello al Hombre Murciélago, y crea un film oscuro, que aporta realismo y profundidad psicológica al gran espectáculo que el público espera encontrar en un film de superhéroes. Su Batman no tiene superpoderes; tampoco sus enemigos: unos y otros se apoyan en su habilidad para el combate y en las posibilidades que les ofrecen la ciencia y la tecnología. Como película de acción, Batman Begins no decepciona en absoluto, pues ofrece escenas espectaculares por doquier; su gran éxito, sin embargo, es que no ofrece sólo eso, además de ser un film técnicamente perfecto. Los efectos visuales, el trabajo de cámara y la escenografía dejan a las claras que detrás de la película hay muchos millones de dolares. Muy bien invertidos, qué duda cabe. Batman begins supera con creces a todas las entregas anteriores de la saga, con la única excepción de Batman vuelve, el segundo film dirigido por Tim Burton. Es mejor como película de entretenimiento, y muy superior en realismo, desarrollo de trama y personajes e interpretación. En lo que respecta a la música, eso sí, me quedo con Danny Elfman. Nolan consigue llevar a su terreno esta superproducción, que sólo al final cae en lo aparatoso, sin llegar al muy hollywoodiense más difícil todavía para ocultar la carencia de contenido. En esta película lo hay, y mucho.
Uno de los grandes aciertos de Batman begins es la elección de actores. Christian Bale, excelente actor para representar personajes atormentados y de psique complicada, da también el tono en el aspecto físico, lo que le lleva a ser el mejor Batman de la historia, como Bruce Wayne y como Hombre Murciélago. Si como su fiel e inteligente mayordomo está nada más y nada menos que Michael Caine, la cosa es difícilmente mejorable, pero aún hay más: Morgan Freeman, un brillante Liam Neeson, un Gary Oldman en un papel en el que se le atisba la capacidad que luego demostró para interpretar de maravilla a Smiley en El Topo, Rutger Hauer, dos pedazos de villanos como Cillian Murphy y Tom Wilkinson (obsérvese la gran presencia de actores británicos, lo que siempre es una garantía)… la única que desentona un poco es Katie Holmes, que no acaba de darme el peso entre tanto monstruo. Aún así, al encargado del casting de Batman begins habría que hacerle una estatua como mínimo tan alta como la que en justicia corresponde a los diseñadores de los efectos especiales.
Gran película, gozada para los amantes del cine de superhéroes y con multitud de alicientes para satisfacer paladares más cinéfilos.