Aprovechando la jornada de puertas abiertas en los museos barceloneses, ayer tarde acudí al Picasso a ver la exposición Devorar París, centrada en los primeros años de estancia del pintor malagueño en la capital francesa y en los artistas que le influyeron. Se trata de una exposición escueta (todo lo es en el Museo Picasso, empezando por su catálogo de obras del artista del que toma su nombre), pero interesante, pues permite ver una serie de pinturas y esculturas en las que se aprecia con claridad que Pablo Ruiz aún está buscando su propio estilo, y también un puñado de obras de artistas como Van Gogh o Toulouse-Lautrec.
En los inicios del siglo XX, París era la capital mundial del arte, y todo artista de cualquier disciplina que quisiera alcanzar la gloria tenía casi la obligación de ir allí. Picasso lo hizo por primera vez en 1900, y fue en la capital de Francia donde, además de coincidir con artistas a quienes ya había conocido en Barcelona, como Casas o Nonell, contactó con los artistas que estaban o iban a estar pronto en la cresta de la ola, como Gauguin o Braque, y entró de lleno en el París de los cabarets y la absenta. Gran parte de las 50 obras de Picasso que pueden verse en la exposición muestran la enorme influencia que tuvieron en él artistas como Matisse, Cézanne y, sobre todo, Van Gogh. Con todo, cuadros como El organillero o Casagemas en su tumba (una de las obras que dedicó a su amigo muerto en 1901) demuestran que no estamos ante un simple imitador con talento, capaz de versionar con maestría obras como Le Moulin de la Galette, sino ante un artista con mayúsculas, como también queda claro a la vista de muchos trabajos de la época azul. El resto de la historia es de sobras conocida, y ése es uno de los méritos de esta recomendable exposición, que nos acerca a uno de los períodos menos conocidos de Picasso.
He aquí algunas de las obras a mi parecer más destacadas que pueden verse en la exposición, abierta al público hasta el 16 de octubre:
Casagemas en su tumba
El organillero (y pequeño arlequín)
Le Moulin de la Galette
Vincent Van Gogh, Copa de absenta
Buenas, don Alfredo,
Echaba mucho de menos algún artículo de arte y ya me lo ha servido. Muchas gracias.
Saludos,.;
Confieso ser perezoso en eso de ir a exposiciones, pero tengo el propósito de hacerlo más a menudo e irlo contando. Salud.