Nueva píldora, indicada para lectores de Cortázar y psicópatas en potencia.
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Esto TIENE que salir bien, milimétricamente ajustado al plan previsto. Tengo que estar tranquilo, yo sé lo que ocurrirá y ellos no. Soy Dios, aquí y ahora, decido quién vive y quién muere. Dicen que la gente se vuelve mejor en la proximidad de la muerte, pero a mí no me ha ocurrido y ellos sólo tendrán tiempo para mirarme y caer.
Llueve. La gente huye a paso ligero, pero la lluvia es rápida y nos alcanza a todos, incluso a los que nunca quisimos mojarnos. Tampoco la última lluvia tiene un sabor distinto a las otras, se ha escrito mucha poesía al respecto, pero yo no creo en los poetas. La mayoría de ellos cagan palabras e intentan hacernos creer que huelen bien.
Cosas que todo ser humano debería hacer en la vida: asesinar a un rey (o a un Papa), adorar a Satanás, verdadero Creador del mundo, follar a discreción sin reparar en edades, sexos, cuentas corrientes o culpabilidades, declarar la guerra al imbécil que lleva dentro y, sobre todo, saber digerir el abismo entre lo que podría haber sido y lo que es.
Esa vieja momia con la que acabo de tropezar no me hubiese mirado con tanto desprecio de haber sabido que llevo una pistola cargada junto al corazón. Brujita de Macbeth, has salvado la vida de puro milagro. Es una pena que nadie te haya odiado lo suficiente; ahora reposarías en un cementerio y no tendrías que pasear tu decrepitud por estas calles.
Anteanoche soñé que estaba vivo… Bien pensado, no voy a matar a nadie. Más bien, voy a devolver a unos cuantos muertos a su estado natural. Quizá otros muertos les echarán de menos, no durante demasiado tiempo porque la muerte sigue… Algunos volverán a reencarnarse en ratas, serán felices y tendrán muchos hijos; la mayoría no es, nunca fue y nunca será.
El niñato de uniforme que vigila la puerta podrá contar a los nietos que por desgracia algún día tendrá cómo un tipo de aspecto vulgar entró en las oficinas y se cargó a cuatro o cinco indeseables antes de volarse la cabeza ante los atónitos empleados, salpicados por la sangre y las vísceras de sus jefes. Alguno guardará la camisa como recuerdo.
Cosas que nunca podré ver: el tercer Oscar de Michael Caine, a mi ex novia haciendo el pino vestida con falda larga y sin bragas, la resurrección de Orson Welles y Jimi Hendrix, la boda de mi peor enemigo, la muerte del último sacerdote, la destrucción de los karaokes, un dúo entre Paco de Lucía y Pat Metheny, el final del mundo.
Ayer jugué a los dados. Me fue bien, aposté mi vida y las de ellos y perdí. Hice algunas trampas, pero uno puede permitirse hacerlas si quienes pueden denunciarle son nada más y nada menos que sus futuros compañeros de habitación en la morgue. Pobres criaturas, tanto tiempo planeando las vacaciones y ahora que llega el verano voy y me los cargo.
* * *
Era un poco raro, pero quién iba a imaginar que Menos mal que me hice la estrecha cuando me tiró los trastos, ahora sería la novia de un psicópata, aunque bien pensado podría salir en la tele y decir Lo pusieron a prueba y reventó, no pongan esa cara porque pocos están libres de Le gustaban las películas violentas, y por eso…
Buenas, don Alfredo,
Un tanto violenta esta píldora, pero con tintes de maestría. He de darle mi más sincera enhorabuena.
Salud,:;,
Gracias, intenté meterme en la mente de un ser al límite. Como cuando escribí el relato tenía un empleo de remierda, que se me ocurriera una vendetta laboral era lo más lógico. Saludos, pronto caerá la novena.
Don Alfredo,
He de admitir que me estoy aficionando a la toma de estas píldoras. ¿no me estaré haciendo adicto? En todo caso, creo que es mejor el remedio que la enfermedad (o era al revés??)
Agradecido y siempre suyo.;;;-_
P.D. Espero la 9a
Mi secreta intención es que mis píldoras provoquen en algunos seres una adicción como la que mi querídisimo doctor House tiene a la vicodina. La novena caerá pronto.