OSCAR PETERSON: KEEPING THE GROOVE ALIVE. 2003. 54´. B/N-Color.
Dirección : Ron Allen; Guión: Mike Laewen; Director de fotografía : Colin Boettcher; Montaje : Derek Prosser y Ron Allen; Música: Oscar Peterson (Música adicional de Andrew Huggett); Producción: Hoda Elatawi, para GAPC Entertainment (Canadá).
Intérpretes: Oscar Peterson, Celine Peterson, May Peterson, Diana Krall, Benny Green, Herbie Hancock, Maynard Ferguson, Phil Nimmons, Makoto Ozone. Narración de Christopher Plummer.
Sinopsis: Documental que repasa la vida y la obra del pianista de jazz Oscar Peterson (1925-2007).
Gracias a La 2 de TVE pude ver anoche este documental canadiense que, en poco menos de una hora, resume las más de cinco décadas de trayectoria musical de Oscar Peterson, ofreciendo asimismo valiosos apuntes sobre su vida personal, mucho menos aireada y polémica que la de otros iconos del jazz. Se trata, como no podía ser de otra forma, de un breve resumen de la larga y exitosa carrera del pianista canadiense, vista a través de sus propias declaraciones, de las de algunos de sus familiares y de otros compañeros de profesión, pero sobre todo oída a través de su música, la de uno de los pianistas mejor dotados técnicamente de la historia del jazz, de toque excelso, exquisita elegancia y gran talento improvisador.
Influido principalmente por Art Tatum y Nat King Cole, Peterson lideró dos legendarios tríos jazzísticos, el primero acompañado por Herb Ellis a la guitarra y Ray Brown al bajo, y el segundo con Ed Thigpen a la batería sustituyendo a Ellis, durante los 50 y los 60. El documental aporta interesante material de esa época, así como loas a Peterson que hicieron en aquellos años personajes como Duke Ellington o Ella Fitzgerald. Se habla del Peterson adolescente entregado a la difícil tarea de brillar en el panorama musical, de la gran amistad que le unió al productor Norman Granz, de un intérprete apabullantemente talentoso que era a su vez una persona bromista y alegre con problemas para compatibilizar la vida en la carretera y las obligaciones familiares, al maestro y mentor de jóvenes pianistas que llegaron a ser grandes estrellas, y también al Peterson a quien una apoplejía, que a su vez derivó en una depresión, apartó durante años de su gran amor, en torno al cual giró toda su vida: la música. Todo ello narrado por un gran actor, Christopher Plummer, que además fue amigo y compañero de instituto de Peterson en Montreal. Imprescindible para amantes del jazz y, por extensión, de la buena música.