Toda regla tiene su excepción, incluso la de que hay que mantenerse alejado de la gente que lleva gafas de pasta con montura de colorines. Lo comprobé anoche, en una sala Barts que lució su mejor aspecto para recibir a quien ya ha sido bautizada por los expertos en el tema como la nueva reina del jazz vocal, Cécile McLorin-Salvant. Después de su actuación, me uno con entusiasmo a los bautistas.
El debut en Barcelona de esta prodigiosa vocalista tenía como excusa la presentación de For one to love, el nuevo álbum de Cécile. Decía la programación del Festival de Jazz de Barcelona, en un lenguaje más propio de una página de ligues online, que el flechazo estaba garantizado. Pues resulta que era cierto. La cantante salió al escenario, interpretó una magnífica versión de On the street where you live y se metió al público en el bolsillo, incluyendo a este escéptico servidor de la cultura, la libertad y, sobre todo, de sí mismo. El efecto se acentuó con la siguiente canción, Jeepers creepers, y alcanzó niveles paroxísticos con la cuarta, Somehow I never could believe, extraída de la ópera de Weill y Hughes Street scene. Sólo este tema justificó el precio de la entrada, pero hubo mucho más, como cabe esperar de una cantante que ha estudiado a fondo a Billie Holiday, Bessie Smith y, en general, toda la música negra del primer tercio del siglo XX. Además de una excelente cantante, McLorin es una muy buena intérprete, que ajusta su voz y su gestualidad al universo de la canción que entona. Sólo hay que escucharla cantar Nobody para comprobarlo. Su banda, formada por el pianista Aaron Diehl, el contrabajista Paul Sikivie y el batería Lawrence Leathers, suena de maravilla y acompaña a la perfección a una de las mejores voces que he oído en mucho tiempo. En el bis, se permitió una versión de Alfonsina y el mar en un muy correcto castellano, y el público la despidió con una atronadora salva de aplausos. El estilismo de McLorin es discutible: su voz y su música merecen todos los elogios. 26 añitos tiene, y todas las posibilidades para convertirse en la voz de referencia del jazz de nuestro tiempo. Una estrella con mayúsculas pasó anoche por Barcelona.
Videoclip del último álbum:
Nobody: