TRESPASSING BERGMAN. 2013. 107´. Color-B/N.
Dirección: Jane Magusson y Hynek Pallas; Guión: Jane Magusson y Hynek Pallas; Dirección de fotografía: Jonas Rudström; Montaje: Orvar Anklew; Música: Jonas Beckman y Lars Kumlin; Producción: Linda Costigan y Fatima Varhos, para Gadda Five (Suecia).
Intérpretes: Alejandro González Iñárritu, Michael Haneke, Harriet Andersson, Martin Scorsese, Woody Allen, Lars von Trier, Tomas Alfredson, John Landis, Robert de Niro, Zhang Yimou, Ang Lee, Takeshi Kitano, Pernilla August, Francis Ford Coppola, Thomas Vinterberg, Lena Olin, Claire Denis, Wes Anderson, Isabella Rossellini, Laura Dern, Holly Hunter, Wes Craven, Ridley Scott, Alexander Payne, Daniel Espinosa, Mona Malm.
Sinopsis: Algunas de las más importantes personalidades del cine contemporáneo acuden a la casa de Ingmar Bergman en la isla de Faro para reflexionar sobre la obra del director sueco.
En 2007 falleció Ingmar Bergman, uno de los directores más importantes de la historia del séptimo arte. Años después, este documental reúne a muchos de los nombres más destacados del cine de las últimas décadas para que analicen la importancia de las películas del director sueco. Muchos de ellos lo hacen en el lugar en el que Bergman vivió, en estado de semirreclusión, gran parte de los últimos 40 años de su vida: la casa que se hizo construir en la remota isla de Faro, lugar en el que rodó una de sus películas más emblemáticas, Persona. En vida del cineasta, sólo unos pocos privilegiados pudieron entrar en esa casa. Gracias a este documental, muchos importantes directores penetraron en el refugio en el que Bergman, cinéfilo impenitente y poseedor de una voluminosa videoteca, trabajó en algunas de sus obras más importantes. Hay un punto de profanación en este aspecto, pues la casa se conserva tal y como Bergman la dejó. Tomas Alfredson, el más destacado de los actuales cineastas suecos, y sobre todo Claire Denis, se encargan de hacer patente este aspecto de la película, que sin duda constituye un interesante documento para valorar la importancia que tuvieron las películas de Bergman cuando se estrenaron, su vigencia actual, y la influencia que ejercieron, no sólo sobre cineastas de todo el planeta, sino a nivel social. En la película se da una llamativa estadística: los divorcios en Suecia aumentaron un 50% en el año inmediatamente posterior al estreno de Secretos de un matrimonio.
Los testimonios que se suceden en el documental oscilan entre la reverencia más absoluta, personificada en González Iñárritu, Ang Lee o Woody Allen, el análisis intelectual de Coppola, Haneke, Yimou o Scorsese, el más distanciado de Alfredson, los comentarios mitad lúcidos y mitad iconoclastas de Lars von Trier (quizá los más llamativos de la película, pues subrayan la admiración y el despecho del danés hacia el sueco, que siempre le ignoró) , el agudo desenfado de John Landis o la mal disimulada ignorancia que de la obra del sueco muestran algunos de los participantes, como Robert de Niro. Hay lugar también para las declaraciones de mujeres que trabajaron con Bergman (se echa a faltar la presencia de Liv Ullman, al igual que la de Max von Sydow, todo sea dicho), como la musa de la excelente (y en su momento escandalosa) Un verano con Mónica, Harriet Andersson, pero el documental se centra en repasar las obras capitales del cineasta, como Sonrisas de una noche de verano, El séptimo sello, Fresas salvajes, El manantial de la doncella, El silencio, La hora del lobo, las dos ya mencionadas en el párrafo anterior, Fanny y Alexander o Sonata de otoño.
Director de directores, ejemplo de cineasta personal e insobornable, Bergman no hubiera sido posible sin Sjoström o Dreyer, lo mismo que una buena parte del cine de autor del último medio siglo no sería posible sin Bergman. Esta obra permite un acercamiento a la hermética vida, y a la no siempre fácil obra de un realizador imprescindible.