TROPIC THUNDER. 2008. 105´. Color.
Dirección: Ben Stiller; Guión: Ben Stiller, Justin Theroux y Etan Cohen, basado en un argumento de Ben Stiller y Justin Theroux; Dirección de fotografía: John Toll; Montaje: Greg Hayden; Dirección artística: Richard L. Johnson y Dan Webster; Música: Theodore Shapiro; Diseño de producción: Jeff Mann; Producción: Ben Stiller, Stuart Cornfeld, Eric McLeod y Brian Taylor, para Dreamworks SKG (EE.UU.).
Intérpretes: Ben Stiller (Tugg Speedman); Robert Downey, Jr. (Kirk Lazarus); Jack Black (Jeff Portnoy); Jay Baruchel (Kevin Sandusky); Brandon T. Jackson (Alpa Chino); Nick Nolte (Tayback); Danny McBride (Cody); Tom Cruise (Les Grossman); Matthew McConaughey (Rick Peck); Steve Coogan (Damien Cockburn); Eric Winzenried, David Pressman, Amy Stiller, Brandon Soo Hoo, Reggie Lee, Trieu Tran, Tyra Banks, Jon Voight.
Sinopsis: Un equipo de estrellas de Hollywood está en el Sudeste asiático rodando un film sobre la guerra de Vietnam. Problemas en el rodaje hacen que los actores tengan que enfrentarse a una situación bélica real.
Conocido actor de comedias, Ben Stiller inició su carrera como director con Bocados de realidad, estimable film generacional. Después, el hombre decidió que el drama no era lo suyo. La comedia tampoco, aunque ha obtenido grandes éxitos en este género. Uno de ellos es Tropic thunder, parodia de los films bélicos hollywoodienses que consiguió buenos resultados en taquilla y es reivindicada por algunos como una de las comedias norteamericanas de referencia en los últimos años. Cómo serán las otras.
El problema de Tropic thunder, además de que Stiller y algunos de sus compañeros de batalla se creen mucho más graciosos de lo que son, es que es mucho más divertida sobre el papel que en la pantalla. Varias de sus ideas (colocar a un puñado de estrellas narcisistas y ególatras en la selva vietnamita, parodiar la mecánica de los films de gran presupuesto, con sus disputas entre actores rodeados de asistentes y representantes, director pusilánime y productores despiadados) mezclar a héroes de acción venidos a menos con actores australianos tan metidos en su trabajo que son capaces de convertirse en negros si el papel lo requiere, comediantes drogadictos, novatos y raperos) son a priori divertidas, pero el director y coguionista se decanta siempre por la gracieta chabacana (terreno en el que, por cierto, los Farrelly de los inicios le derrotan por goleada) y desperdicia casi todas las posibilidades humorísticas de la historia. Para empezar, la escena inicial, clara parodia de Platoon, produce vergüenza ajena. Después la cosa remonta algo, pero en cuanto el director de la película desaparece (literalmente) del mapa, y los actores se encuentran perdidos en la selva, aquello tiene más o menos la misma gracia que una diada sardanista. Y no es que técnicamente el film esté mal resuelto (tiene a John Toll en la fotografía, lo cual ayuda mucho), sino que su guión no es más que un sinfín de deslavazadas bromitas adolescentes, tan corrosivas en la superficie como inofensivas en el fondo. Stiller cae en aquello que critica, y parodia obras que están tan por encima de las que él puede llegar a dirigir, que el resultado es, por momentos, penoso. Apenas me reí un par de veces, siendo como soy fan del humor cafre. La inmensa de la mayoría de gags de Tropic thunder son cafradas sólo aptas para adolescentes descerebrados que hayan visto muy poco cine, bueno o malo. El tipo de público que llena las salas hoy día, por otra parte.
En el reparto, variedad de talentos y resultados. Las sobreactuaciones seudochistosas de Ben Stiller y Jack Black son un lastre para la película, que ambos se encargan de arruinar. Los únicos momentos divertidos vienen de la mano de los actores de verdad, como un Robert Downey, Jr. cuyo talento hubiera merecido un guión mucho mejor, pero que a veces consigue hacer reír, o un Nick Nolte que sería un gran actor hasta en la octava secuela de Sharknado, que ya nos llegará con el tiempo si el Apocalipsis de verdad no lo evita. Matthew McConaughey aún estaba en la etapa de no escoger bien sus películas, y Tom Cruise, que hace una descarnada parodia de su personaje en Jerry Maguire, está entre lo mejorcito de la función, junto a Steve Coogan. Jay Baruchel no está mal, que es más de lo que puede decirse de Brandon T. Jackson.
Tropic thunder sólo funciona, y a ratos, como parodia metacinematográfica (al decirnos, por ejemplo, que para ganar un Óscar has de interpretar a un retrasado listo, no a uno de verdad); en lo demás, naufraga sin paliativos. Un bodrio disfrazado de divertimento, al que le sobra, siendo generosos, una hora de metraje.