Siguiendo con la vocación de servicio público que tiene este blog, ahí van unos consejos prácticos para triunfar en las entrevistas de trabajo, esos populares rituales modernos de expiación. En primer lugar, hay que cuidar la indumentaria y, si es posible, adaptarla al puesto de trabajo que se desea ocupar: por ejemplo, si uno compite por un empleo en la Generalitat de Cataluña, lo mejor es presentarse a la entrevista ataviado con traje rociero (o rollo flamenca del whattsapp si la demandante es fémina); si quien debe darnos empleo es una multinacional norteamericana, lo mejor es lucir un típico vestido mexicano, y así. Los complementos son también importantes: el bate de béisbol y el puño americano suelen ser muy bien valorados a la hora de juzgar nuestra capacidad para ocupar el puesto ofertado.
Marcados los cánones de buena presencia y elegancia, aporto ejemplos de respuestas adecuadas a las preguntas más usuales en este tipo de concursos. El diálogo entre entrevistador (en adelante, E) y aspirante (desde ahora mismo, A) debe ir, más o menos, como sigue:
E: Buenos días.
A: Lo serán para usted.
E: ¿Qué le ha motivado para optar a este puesto?
A: El elevado coste económico del jamón ibérico y las chicas bonitas.
E: ¿Qué cree que puede aportar a esta empresa?
A: Además de mi evidente atractivo físico, un gran conocimiento de la música popular española e internacional y una puntería excelente.
E: ¿Cuáles son sus mejores virtudes?
A: La humildad y la modestia.
E: ¿Y su mayor punto débil?
A: El de todos los hombres, la entrepierna.
E: ¿Qué haría si dos jefes de distintos departamentos le dieran consignas u órdenes contradictorias?
A: Lo que me diera la real gana. Es lo que hago en general.
E: Y si alguien le tratara mal en el trabajo; ¿cómo lo solucionaría?
A: Si me estuviera escuchando, recordaría que dije que poseo una excelente puntería.
E: ¿Qué cualidades valora más en un jefe?
A: Que pague las copas. Y mejor si es mudo.
E_ ¿Qué tiene que decir de sus anteriores empleos?
A: Que si no hubieran sido una mierda, aquí iba a estar.
E: ¿Prefiere los trabajos variados o rutinarios?
A: Preferir, no prefiero ninguno. Pero los rutinarios me permiten pensar en mis cosas mientras hago ver que trabajo.
E: ¿Se considera capacitado para trabajar de cara al público?
A: Odio tanto a la gente que lo haría de maravilla.
E: ¿Cual es el mínimo salario que aceptaría cobrar?
A: El que cobra usted usted ahora.
E: Felicidades, el puesto es suyo.
A: Nos ha jodido.
Y ahora, a triunfar. Ah, qué reconfortado se siente uno cuando da buenos consejos…
«Alfredo Garcia, Personal Trainer to Encourage Unemployed Persons». Això diu la seva targeta de visita, oi?
Diria això, si tingués targeta de visita i un cert domini de la llengua de Shakespeare. Igualment, aquest text el fotré al Linkedin.