ESA PAREJA FELIZ. 1953. 80´. B/N.
Dirección: Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga; Guión: Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga; Dirección de fotografía: Guillermo Goldberger; Montaje: Pepita Orduna; Música: Jesús García Leoz; Producción: Martín Proharam y José María Ramos, para Altamira Industria Cinematográfica (España)
Intérpretes: Fernando Fernán Gómez (Juan Granados); Elvira Quintillá (Carmen González); José Luis Ozores (Luis); Félix Fernández (Rafa); Fernando Aguirre (Organizador); Manuel Arbó (Esteban); Matilde Muñoz Sampedro (Amparo); Antonio García Quijada (Manolo); Antonio Garisa (Florentino); José Franco (Tenor); Alady (Técnico); Rafael Alonso (Vendedor de seguros); Rafael Bardem (Don Julián); José María Rodero (El Enviado); Lola Gaos (Actriz); Antonio Ozores (Director de orquesta); Carmen Sánchez, Concha López Silva.
Sinopsis: Juan y Carmen son un matrimonio joven en la España de la posguerra. Viven como realquilados en una habitación de un barrio humilde de Madrid y, a falta de algo mejor, intentan progresar en la vida, el uno haciendo cursos e inventando aparatos inútiles, y la otra presentándose a todos los concursos que encuentra.
El debut en la dirección de dos de los más importantes cineastas españoles de la historia fue al unísono, pues Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga realizaron a dúo Esa pareja feliz, una comedia que no esconde la triste realidad de la España de la época, la de los matrimonios realquilados, las cartillas de racionamiento y la falta de expectativas para una juventud que, en buena parte, acabó por huir de sus lugares de origen en busca de mejor fortuna.
Juan y Carmen sólo se tienen el uno al otro. Él se gana la vida como técnico en un estudio cinematográfico, pero hace cursos de radiofonía e inventa extraños artilugios con el propósito de prosperar. Ella cose a destajo y se parte el lomo en las tareas del hogar, al tiempo que se inscribe en todos los concursos que las distintas marcas comerciales organizan para dar imagen de conciencia social y captar clientela. En uno de estos concursos, organizado por una marca de jabón, conocido como Esa pareja feliz y consistente en vivir un solo día a cuerpo de rey, Juan y Carmen resultan agraciados.
A Bardem y Berlanga les unen el talento, un afán crítico respecto a la sociedad española y el hecho de pertenecer a la misma generación, pero les separan muchas otras cosas. Siendo una buena película, creo que Esa pareja feliz hubiese sido mejor de haberla dirigido cualquiera de ellos por separado. Dicho de otra manera, considero que Bardem y Berlanga, más que complementarse, se neutralizan. El punto fuerte del madrileño no es la comedia, su estilo es más bien seco y su crítica social, descarnada. A la hora de mostrar las condiciones de vida de la pareja, cómo la pobreza y los años de convivencia erosionan el amor entre los cónyuges, o en la escena final, en la que Juan y Carmen van cediendo uno a uno los regalos recibidos en el concurso a personas que están todavía en peor situación que ellos, se percibe la huella de Bardem. Las humoradas de Berlanga (algunas magníficas, como el repetido gag del fusil submarino, o el uso de esas expresiones vacías -«a la felicidad por la electrónica» y «sentido comercial»- de las que los pícaros se sirven para engañar a los incautos -de haberse hecho la película en nuestros días, esas expresiones podrían haberse cambiado por «fondos de inversión» o «capitalismo popular»-), esa manera tan suya de cagarse en todo haciendo gracia, están muy presentes, así como su gusto por los largos planos-secuencia y la improvisación actoral. Lo que les une son, por ejemplo, las puyas al cine y al teatro que se hacía en la España de posguerra, y algunas de las mejores escenas de la película lo son precisamente gracias a esos puntos en común, pero la película deja a veces la sensación de no acabar de ser ni de uno, ni del otro. La diferencia de estilos se hizo visible en los films con los que debutaron en solitario ambos cineastas: Bienvenido míster Marshall y Cómicos, y siguió siéndolo en toda su obra posterior.
El plantel de actores es excelente. Quienes acaparan todo el protagonismo son unos acertados Fernando Fernán Gómez (en un papel que anticipa en varios aspectos al que años después elegiría para sí en su adaptación de El mundo sigue) y Elvira Quintillá, que más de una vez consigue rayar a mayor altura que su pareja en la ficción, pero hay que destacar las intervenciones de José Luis Ozores (cuyo personaje resulta, sin embargo, algo descafeinado), Félix Fernández, Rafael Alonso, Lola Gaos y Antonio Ozores, espléndidos todos ellos.
Esa pareja feliz, película divertida y amarga al mismo tiempo, tiene más valor que el que puedan darle la curiosidad cinéfila o sociológica, aunque no alcanza la enorme calidad de las primeras películas en solitario de sus directores.