CARMINA O REVIENTA. 2012. 75´. Color.
Dirección: Paco León; Guión: Paco León; Dirección de fotografía: Juan González Rebollo; Montaje: Ana Álvarez Ossorio; Música: Pony Bravo; Diseño de producción: Antonio Estrada; Producción: Álvaro Alonso y Paco León, para Andy Joke-Jaleo Films- Paloma Juanes (España).
Intérpretes: Carmina Barrios (Carmina); María León (María); Paco Casaus (Antonio León); Ana María García (Ani); Miguel Alcíbar (Cobrador del frac); Guillermo Weickert (Doctor Casado); Raimundo Carrasco, Fran Torres, José Mari Bizcocho, Mari Paz Sayago, Paqui Montoya, Antonio León, Antonio Estrada, Mayra Gómez Kemp.
Sinopsis: Carmina es una mujer sevillana que dirige un negocio de restauración en la capital andaluza y se encuentra con un grave problema cuando roban en su local una partida de jamones y el seguro se niega a cubrirle la pérdida sufrida.
El conocido cómico televisivo Paco León dio el salto a la dirección cinematográfico con Carmina o revienta, película que mezcla realidad y ficción y que gira alrededor de la propìa madre del cineasta. En su momento, el film gozó de buena aceptación gracias, en parte, a la singular manera en que fue presentado al público: Carmina o revienta se estrenó de forma simultánea en las salas de cine, en DVD y en las plataformas de vídeo bajo demanda, a un precio único y asequible para casi todas las economías.
Carmina o revienta posee el valor de lo auténtico, pero por otro lado deja la duda de hasta dónde llega lo real en lo que se explica, y qué parte es fruto de la imaginación de su director y guionista. Sea como fuere, supone un soplo de aire fresco, una inmersión en una España tan real que muchos se muestran incapaces de reconocer, simplemente porque, cuando se la encuentran, miran hacia otra parte. La inmensa mayoría de los espectadores de la película se dividieron en dos grupos: quienes la encontraron fresca, divertida y veraz, y quienes vieron en ella un ejercicio de vulgaridad y autopromoción. Servidor se incluye en el primer grupo, pero con un matiz: me cuesta encontrarle la gracia, en buena parte por culpa mía. Me explico: aunque hay escenas en las que simplemente te tienes que reír (hay una en especial, en la que Carmina y su hija siguen desde un taxi a los tipos que les han robado la furgoneta, que me parece divertidísima), a veces cuesta encontrar el lado cómico de situaciones que conoces muy bien, pero que te ha tocado vivir desde el lado oscuro con más frecuencia de la que desearías. Carmina Barrios es todo un personaje, pero es aún más que eso: es un símbolo de tantas mujeres, andaluzas y de otras muchas partes, que viven al día, que se rigen por el puro instinto (o, por utilizar un modo de hablar muy común en la película, que piensan con el coño), que arramblan con todo hasta que no pueden más, que se casan con zánganos (aunque a la Carmina de la película el suyo, al menos, le sale gracioso), que ocultan bajo su personalidad arrolladora un sinfín de inseguridades y una sensación de fracaso que se acentúa ante la inminencia de la vejez. He aquí el gran mérito de Carmina o revienta: salta a la vista que el principal objetivo de Paco León era que los espectadores no tuvieran en ningún momento la sensación de estar viendo una película, y ese objetivo se logra con creces. Todo está encaminado a ese fin: el enfoque visual, las situaciones, los diálogos, el montaje… intuimos que mucho de lo que se nos está contando es ficción, pero no lo parece. Respecto a quienes creen que la película es chabacana, emplea un lenguaje soez y explota todos los tópicos posibles, sólo puedo desearles que sigan siendo felices en su planeta de luz y de ilusión.
A la hora de enjuiciar el trabajo de los actores, surge la misma pregunta que genera el film en su conjunto: ¿se interpretan a sí mismos? Sí… y no. A la vez personajes y arquetipos, quienes aparecen en esta película mienten, o dicen su verdad, con una gracia digna de alabanza. De los principales protagonistas, sólo Paco Casaus interpreta, en principio, a otra persona, pero nadie lo diría. Y sí, Carmina Barrios hace divinamente de Carmina Barrios, y María León es una poligonera de manual con todos sus avíos.
Considero que Carmina o revienta es más real (y, por ello, más profunda) de lo que se ha querido ver. En cierto modo, es la versión desenfadada de Solas, de Benito Zambrano. También creo que es una ópera prima muy prometedora, breve, concisa y auténtica… aunque quizás no tanto como aparenta.