Ayer me enteré del fallecimiento, a los 80 años de edad, del gran batería de jazz Paul Motian, un hombre que ya tendría un lugar importante en la historia de la música sólo por haber sido miembro del trío de Bill Evans, pero que no se contentó con eso y a lo largo de más de medio siglo construyó una carrera marcada por el deseo de innovación y el alejamiento de la comodidad y los lugares comunes. Docenas de trabajos discográficos, como líder, coequipier y acompañante, dan testimonio del talento de este músico cuya influencia sobre generaciones enteras de bateristas es manifiesta. Sus trabajos junto a Keith Jarrett, Carla y Paul Bley o Charlie Haden merecen también un lugar muy destacado en cualquier discografía selecta, al igual que grabaciones posteriores junto a músicos de la talla de Bill Frisell o Joe Lovano. De su discografía como líder destaco álbumes como Holiday for strings o los conciertos en trío en el Village Vanguard, que forman parte de mi colección desde hace años, así como cualquiera de los editados por su Electric Be Bop Band. Calidad y modernidad, sutileza y vanguardia, fueron algunos de sus sellos. Descanse en paz.
En directo en Holanda (1995), junto a Lovano, Frisell, Lee Konitz y Marc Johnson:
Y, cómo no, acompañando a Bill Evans y Scott La Faro: