El Jamboree es uno de los escasos refugios que nos quedan a los aficionados barceloneses al jazz. Con frecuencia, en el sótano de la Plaça Reial actúan grandes de la música. Uno de ellos, el pianista estadounidense Bruce Barth, tocó anoche acompañado por el londinense Jeremy Brown al contrabajo y el irlandés afincado en Barcelona Stephen Keogh a la batería. Músico de músicos, con una sólida y ya larga carrera en solitario, un extenso currículum acompañando a muchos grandes del jazz y a cantantes como Tony Bennett, reputado productor y profesor, Barth ha visitado en varias ocasiones el Jamboree. Hace algún lustro que otro asistí a un concierto suyo. Muchos años después, ambos seguimos estando en nuestro lugar.
Bruce Barth siempre me ha parecido un músico infravalorado, un gran talento que no goza del reconocimiento que merece. Su actuación de anoche me ratificó en este parecer, pues asistí a una lección pianística de altos vuelos que no demasiados músicos son capaces de impartir. Tanto a lomos de material propio como reinterpretando standards, Barth demostró que la calidad de su toque y la fluidez de su inventiva no decrecen con los años, sino más bien al contrario. Inició el concierto con una canción compuesta por los Gershwin para Porgy and Bess (My man´s gone now), lo acabó (bis aparte) con un excelente blues de cosecha propia y dedicado a su calle, y entre ambos momentos se movió con soltura en los tempos medios y rápidos, muy dominantes en el repertorio, y supo ser cálido y lírico en los momentos baladísticos, entre los que destacó la versión del tema de Charles Mingus Duke Ellington´s sound of love. Brown acompañó bien e hizo algún solo interesante, y Keogh, que es un muy buen batería, me resultó demasiado pegador con las baquetas en determinados momentos. El mayor pero del concierto fue extramusical: la temperatura de la sala era a todas luces excesiva, sobre todo al inicio del espectáculo, y eso me hizo sentir algo incómodo. No obstante, salí del Jamboree muy contento de haber asistido a otro gran concierto, y esperando que en los próximos años Bruce Barth y un servidor sigamos reencontrándonos, cada uno en nuestro lugar.
Interpretando Good morning heartache a dúo con Perico Sambeat:
En trío, en el festival de Lleida de 2004: